¿Se acuerdan de Thiago, el capitán de Pequeños Gigantes? Es el que más protagonismo se ganó en el programa. ¿Cómo sigue después de la televisión? Aquí nos cuenta él mismo.

– ¿Qué hacés ahora que no estás en televisión, Thiago?

– Voy al colegio, me voy todos días al Sagrado Corazón de Jesús.

– ¿Qué recuerdos tenés de Pequeños Gigantes?

– Me dio mucha felicidad, muchas cosas hermosas me dio. Cuando me subo al colectivo todos me dicen “Vos sos Thiago de Pequeños y Gigantes”. Me quiere mucho la gente. Me dicen también “Yo quiero que vuelva el programa”.

– ¿Extrañás el programa?

– Extraño mucho estar en televisión.

– ¿Y qué te dicen, no hay posibilidad de que vuelva?

– No hay proyectos ahora, no hay nada.

– ¿Qué es lo que más extrañás?

– Quiero volver a actuar.

– ¿Querés ser un gran actor en la tele?

– Quiero ser conductor como Dani Da Rosa o como Mili Brítez. Quiero que me inviten a TeleShow. Parece que se olvidaron de mí.

– ¿Solés hablar con tus excompañeros o ya no?

– No. Con Tía Lenys lo que hablé. También estoy trabajando con la producción de Tana Schémbori.

– ¿Entonces vas a  seguir en la tele?

– Estamos haciendo una publicidad con la producción de Tana Schémbori.

– Sos todo un actor, entonces.

– Sí, soy un actor. Me gusta actuar. Ya estoy haciendo mi segunda publicidad.

– Entonces sos modelo también.

– No, soy más actor. Ah…, quiero enviar saludos.

– ¿A quién?

– A las profes Sor Ángeles y Sor Reina. Mi profe Carolina. Y a la profe Eliza, coordinadora de Primaria.

– ¿Sos buen alumno?

– Sí, pero es difícil. Matemática, Comunicación… Todito me cuesta, pesadísimo es.

– ¿Es cierto que a través de Pequeños Gigantes conociste a una familia que te trata como un hijo más?

– La familia Espineda Lezcano. Es una familia que vive cerca de mi casa, que me quiere mucho. Ah…, quiero que esta entrevista lea el Tío Dani (Da Rosa), porque le quiero mandar decir algo.

– ¿Qué?

– Que tengo un regalo para él.

– ¿Podés contarnos cuál es el regalo?

– Es un cuadro de Cerro Porteño con mi foto con él. Que venga en su auto en mi casa, en barrio Obrero, sobre la calle 21 Proyectada estoy.

– ¿En serio sos cerrista ahora?

– Sí, me hice cerrista. Mi álbum y todo es de Cerro. Me gusta más Cerro que Olimpia. Pero siempre digo no a la violencia. Tenemos que querenos entre todos, cerristas, olimpistas, liberteños, luqueños…

– Para terminar, ¿tenés novia?

– Sí, tengo novia ahora.

– ¿Cómo se llama?

– Se llama Mirian. Ella tiene 6 años, igual que yo. Es hermosa. Muy chusca.

– ¿Dónde se conocieron?

– Es mi compañera. Tiene pelo negro. Es como mi mamá, muy linda.