La gripe es una enfermedad infecciosa que se produce principalmente en climas fríos y está relacionada con las deficiencias de ciertas vitaminas como la C y la D, propiciando el debilitamiento general del sistema inmunológico. Desde siempre, la miel fue muy eficaz contra los estados gripales y para limpiar las vías respiratorias.

El tiempo fresco suele ser traicionero para la salud. Y lo que empieza con un simple resfrío –si no se le toma la seriedad necesaria– suele querer complicarse y puede terminar con una bronquitis o, lo que es peor, una pulmonía o neumonía. Por eso las vendedoras de yuyos suelen hacer su “agosto” en junio. Están al pie del cañón desde las cuatro de la mañana.

Perdudilla, urusu he’ê, agrial, ajenjo, taropé, jaguarundí, borraja, malva, amba’y, eucalipto, cepacaballo y verbena, son algunos de los yuyos que pueden resultar útiles a la hora de combatir resfríos, gripe y demás afecciones respiratorias, según las vendedoras. La infusión de 15 gramos de sus hojas frescas por cada litro de agua es una dosis que funciona para tomar como té o en el mate. Para los buches se puede usar una dosis de 20 a 30 gramos por cada litro de agua.

Si bien siempre hay que consultar al médico, muchos le bajan los preparados a base de miel de abeja, con un toque de eucalipto, urusu he’ê, limón sutil y aceite de carpincho. Este brebaje es uno de los más vendidos en esta temporada, revelaron los comerciantes en la esquina de República Francesa y Pettirossi.

Según le dicen los clientes a las vendedoras, estos productos funcionan bastante bien luego, y por eso ya tienen clientes formados. “En este otoño se va mucho el jarabe para la garganta que está a 10.000 guaracas nomás, ya sea miel de abeja con limón, miel con carpincho”, según explica doña Modesta Velaztiquí, quien es yuyera del Mercado 4 desde hace 40 años.