LONDRES. Agencias.
Una excéntrica inglesa decidió entrar a la iglesia el día de su boda en un cajón fúnebre arrastrado por una moto. La mujer trabajaba en una embalsamadora y quería algo “diferente” para su día especial.
“En vez de entrar en un carruaje, dije ‘voy a aparecer en un ataúd’”, explicó Jenny Buckleff. El cajón pertenece a su excéntrico hermano.
“Mi marido ha estado interesado siempre en esqueletos y calaveras. la casa está llena de ornamentos como esos y él está cubierto de la cabeza a los pies con tatuajes. El ataúd fue comprado como un regalo y él lo transformó con mucha creatividad en un remolque. Cuando vamos de viaje, lo llevamos atrás para llevar el equipaje”, dijo su cuñada Haley.
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