Con la venida del papa Francisco esperan algún empujón al proceso de “Chiquitunga”, quien ya es modelo para la iglesia, pero se exige comprobar un milagro para ser declarada beata y dos para ser santificada.

Esa primera prueba de milagro ya está en Roma, pero como son procesos lentos, la iglesia no puede pronunciarse a la ligera, sin embargo se aviva la esperanza de que con la llegada del Santo Padre se acelere el proceso. Es que para los devotos en Paraguay la monja es lo máximo y le pedirán al Santo Padre su generosa atención a la causa.

“El proceso está bien, nosotros desde el Paraguay hemos hecho lo que teníamos que hacer. Todo está en Roma. El proceso diocesano ya terminó al ser declarada venerable”, explicó el sacerdote Restituto Palmero, de la Congregación de las Hermanas Carmelitas Descalzas.

“Nació en estado crítico, los papás discapacitados los dos, nació ahogado, casi ahogado por el cordón umbilical, ya pasó la cesárea, le cortaron el cordón y ni lloró. Nada. Signos externos nada vitales. La doctora dijo no hay nada que hacer y la obstetra pidió a “Chiquitunga” que le salve porque sus padres le van a necesitar. El bebé no daba señales externas de vida, pero a los 10 minutos el anestesista dijo que parecía que estaba respirando”, historió el caso del milagro a comprobar.

Lo más notable es que el mitã’i no tiene secuelas, está muy bien en la actualidad. Había nacido con todos los problemas del mundo el 15 de agosto del 2002 en San Pedro del Ycuamandyyú.

“Que un niño nazca en esas circunstancias no es explicable. Es prácticamente imposible”, precisó Palmero.

Entregó su vida a los pobres

“Si ese milagro se aprueba ya es beata. Y si hay otro milagro ya puede ser santa. Pero son procesos lentos, muy lentos. No pueden pronunciarse a la ligera”, dijo el padre Palmero al hablar de la carmelita que entregó su vida a la causa de los humildes, enfermos y presos.

Venerable

La hermana María Felicia, “Chiquitunga”, nació el 12 de enero de 1925 en el seno de la familia Guggiari Echevarría, en Villarrica. Murió el 28 de marzo del 1959, Domingo de Pascua. Fue postulada por las Carmelitas descalzas de Asunción para ser beata y más adelante santa. El día 27 de marzo del año 2010 el papa Benedicto XVI la declaró venerable.