• Hace 8 años que su marido falleció y ella pasa los días en soledad sin esperanzas de conocer a una persona que le enseñe el amor nuevamente.

El día en que me confirmaron que mi Ernesto murió, también lo hicieron mis sueños y ganas de amar, por más que todo el mundo me dice que soy muy joven, linda, no paso necesidades económicas hasta por decirlo en tono más pícaro me consideran “un buen partido” porque muchos me ven como viuda rica. Pero nadie me gusta, no encuentro a ninguno igual y no quiero otra persona tan diferente por más que a veces deseo tanto no sentirme sola. Todas las mañanas me levanto a tomar mate, y miro el sillón donde él se sentaba. Su recuerdo, sumado a mi melancolía y la lluvia caer por mi ventana… es como un alivio para mí escribir lo que siento. Extraño a ese hombre maravilloso, que me enseñó a no bajar la cabeza por más dificultades que aparezcan en el camino, a batallar, a ser simplemente mujer. Tenía sus manías pero nos complementábamos muy bien, por más que él era algunos años mayor que yo.

Y así paso mis días entre la soledad y el recuerdo, hago una vida normal, trabajo, estudio, pero hay días en que quiero gritar pero termino guardándome todo, llorando sobre mi almohada. Hace poco conocí a un señor que no me deja de insistir para salir, parece que más se encapricha cuando le digo que no. Pienso que estaría pisoteando la memoria de mi marido, no tuvimos hijos, así que nadie me reclamaría nada; al contrario, mis amigos me piden que ya deje el luto. Mi amor por él siempre será eterno, así que dudo mucho que pueda llegar a amar a otro con la misma intensidad; es más, me resisto a hacerlo. Pero como te digo, una amiga ya me trata de loca, así que te cuento mi historia para ver qué tengo que hacer para sentirme “normal” nuevamente y dejar atrás esta tristeza que ya siento me hace mal.

CORALIA, DE ALTOS, 30 AÑOS.

RESPUESTA: Hay una explosión de emociones cuando esa persona que amamos tanto se nos va, se pasa por la tristeza, rabia, dolor o simplemente vacío. Puede durar meses, años, muchas veces te limita vivir tu propia vida, así que necesariamente necesitas hacer ese proceso de duelo. Reconocer el dolor, aceptar que ya no está y dejar que las heridas sanen poco a poco. Los lazos de amor nunca mueren, pero tenés que darte permiso de continuar adelante con tu vida, así como en vida siempre te alentó a salir adelante pese a las dificultades, esta es una prueba más. Busca alivio en los buenos recuerdos sin estancarte, si hay una persona que quiere acercarse no te escondas, compartir así como hablar o escribir lo que sientes puede ser de gran ayuda. Adopta nuevas formas de hacer frente a tu dolor. Es normal sentirse así como tan normal es buscar ayuda, no necesariamente estás “loca”, sino que necesitas las herramientas para superar la pérdida, dar rienda suelta nuevamente a los sueños.

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