«Por su mensaje, por su macabra y sangrienta puesta en escena, él o los autores del atentado han declarado la guerra no solo a Francia y a la democracia, sino a la civilización», declaró en un comunicado Nicolás Sarkozy, quien fuera Jefe del Estado francés entre 2007 y 2012, según se hizo eco hoy el medio el-nacional.com.

La reacción de Sarkozy se sumó así a la ola de indignación desatada en la fecha en Francia, tras un atentado en Isère, localidad situada al este del país galo. Allí, un hombre fue hallado decapitado a la entrada de una fábrica en la localidad de Saint-Quentin-Fallavier y dos personas resultaron con heridas de carácter leve».

Sarkozy añadió que los franceses tienen «el deber de defenderse con la mayor determinación».

El expresidente conservador solicitó además al Ejecutivo que eleve el nivel de vigilancia antiterrorista y que aclare «las circunstancias exactas de este nuevo ataque».

Por su parte, infobae.com publicó que el actual presidente francés, François Hollande, ha ofrecido desde Bruselas una rueda de prensa en la que ha asegurado que «no hay lugar a dudas» de que se trata de un atentado terrorista que ha sido cometido por una persona, que ya ha sido detenida.

A su vez, el ministro del interior francés, Bernard Cazeneuve, desde el lugar de los hechos, explicó que la identidad de los criminales se está precisando, pero que se apunta a que el detenido se trata de Salim Yassin.