• Una multitud esperó a lo largo de las calles, donde pasó el Santo Padre.

Desde tempranas horas, la gente se concentró en hacer el cordón, a lo largo de todo el recorrido que tenía que hacer el Papa. No era nada corto. Hablamos de nada más y nada menos que 13 kilómetros, lo cual fue llenado cada metro, cada centímetro, por una madre, un padre, un hijo, un hermano, pero todos católicos con ganas y esperanzas de ver al Santo Padre por primera vez en nuestro país.

No es la primera vez que un Papa visita Paraguay, pero es sin duda el acontecimiento que más nos movilizó. Según los entendidos, con la visita de Juan Pablo II no se juntó a tantas personas en un cordón de 13 kilómetros, los cuales quedaron cortos para todo el gentío.

Desde que el papamóvil salió del aeropuerto, fue saludado todo el trayecto hasta Aviadores del Chaco, por los fieles. Ahí la cosa no paró, ya que siguió hasta Mariscal López, donde más gente lo esperaba.

Fue en el Buen Pastor donde hubo más aglomeración, ya que ahí lo aguardaba un coro del Buen Pastor y tuvieron la suerte de verlo más de cerca. En ese punto, el Papa decidió hacer su primera y única parada. Bajó de su papamóvil y se acercó a la gente.

Su paso por toda la avenida Mariscal López hasta la Nunciatura no lo hizo solo, los paraguayos lo saludaban y gritaban a lo largo del camino.

La calle Vaticano tuvo que ser habilitada a última hora, debido a la cantidad de gente que se apostó en el lugar. Todos querían verlo y, por qué no, tocarlo.

¡Papa! ¡Papa! gritaban, con la esperanza de que el Sumo Pontífice pueda mirarlos y quizá lograr algún saludo o bendición.

El móvil llegó hasta la Nunciatura para luego ir al Palacio de López. Afuera, la gente aguardaba bajo la lluvia, con tal de verlo.

13 kilómetros no es poco, pero para los paraguayos que quisimos estar cerca del Papa, sí lo fue.

Quizá hoy, y mañana, la gente volverá a salir a las calles y hacer nuevamente un cordón por donde pasará él, con las ganas de verlo más de cerca e intentar un saludo papal.

MÁS DESPACIO

Se vinieron los plagueos de la gente que desde temprano guardó un lugar en el cordón para ver de cerquita al Papa, pero que no tuvieron la oportunidad por la gran velocidad en que iba el móvil. ¿Por qué pio así?