Un joven de apenas 20 años que estaba preso en la cárcel de Presidente Franco, y que se fugó el pasado sábado 11 de julio, acabó muriendo ahogado en aguas del río Paraná. Su cuerpo fue encontrado en aguas de éste cauce gracias a una comitiva de rescatistas y algunos pescadores.

Luego de una semana de producirse la fuga de dos presos, un brasileño y otro joven paraguayo, se encontró el sábado, a las 15:40, el cuerpo de Gabriel Cañete Ferreira, alias “Gabito”, de 20 años, en las aguas del río Paraná, específicamente en el puerto Tres Fronteras de Presidente Franco.

Esa misma fecha, una comitiva de bomberos y otros voluntarios de Salto del Guairá, departamento de Canindeyú, se trasladó hasta el sitio para emprender la búsqueda del cadáver del fugitivo. La comitiva también fue acompañada de la madre de la víctima, Francisca Ferreira, de 45 años. Apenas pisaron suelo franqueño, a orillas del Paraná, la mujer ya fue avisada por los marinos, que los pescadores hallaron un cuerpo y que podría tratarse de su hijo. Fue entonces que la desesperada madre, aceptó esperar hasta que traigan el cadáver, para confirmar si se trataba de “Gabito”.

“Cuando estaba a treinta metros, acercándose hacia mi, flotando en el agua, ya estaba segura de que se trataba de mi hijo. Después  confirmé a las autoridades que estaban ahí, que se trataba de Gabriel, porque en su espalda tiene un tatuaje con la imagen de Jesús y en su brazo izquierdo estaba escrita Francisca, que es mi nombre”, expresó la madre, a quien ayer ya se la vio más tranquila e incluso aseguró que ya está resignada al saber dónde ahora está su hijo, a quien lo enterraron ayer, a las 08:00, en el cementerio de Salto del Guairá.

Ferreira había hecho la denuncia el pasado 15 de julio, ante la Base Naval del Este y la Fiscalía, luego de recibir la llamada telefónica del compañero de fuga de su hijo, Fernando Machado, quien le aseguró que “Gabito” se ahogó esa misma noche que huyeron de la cárcel, mientras intentaba cruzar hasta el lado brasileño nadando y que por el trayecto tuvo un calambre que le impidió seguir.

La huida

Según los antecedentes, los guardiacárceles del mencionado reclusorio, se enteraron de que dos reos ya no amanecieron aquel domingo 12 de julio en el establecimiento, cuando se hizo el control diario. El director del penal, Ricardo Ortiz, había dicho en su momento, que el dúo de presos estaba en el “Pabellón B” y habrían aprovechado la intensa lluvia y los truenos de ese momento, además de la escasez de policías debido a la cobertura por la visita papal, para huir de la penitenciaría. Gabriel Cañete y Fernando Machado cortaron los barrotes de hierro de la celda, para escaparse, saltar en el patio de la Jefatura de Policía y ganar así la libertad, en medio de la tormenta. Ambos estaban con proceso abierto con fiscales de Salto del Guairá, departamento de Canindeyú. El primero por una supuesta complicidad de un homicidio doloso, mientras que el brasileño por tráfico de drogas y hasta la actualidad, está con paradero desconocido, probablemente en su país.