– ¿Qué estás haciendo en Río de Janeiro?
– Vine a cancelar mi cédula que se me había perdido. La cédula encontró una persona, me avisaron. No sé si iba a usar o no, pero tenía que venir a hacer ese trámite. Y hoy tengo una presentación en una escuela de danza de Rocinha.
– ¿Cómo quedó tu situación con Fabiano, el dueño de agencia te había apretado para que le aceptes como novio?
– Superbién. Seguro lo voy a encontrar hoy en la presentación.
– Pero él estuvo informando sobre tus actividades en Brasil y se presentó nuevamente como tu asesor de prensa, como la vez anterior.
– Porque él es periodista de la empresa que me trae. Aparte, tiene también gente que trabaja para él fuera de lo que es la agencia.
– ¿No se reconciliaron, entonces?
– Reconciliación, aún no. Pero superbién.
– ¿Ya se encontraron, en qué términos hablaron?
– El saludo, pasar las notas… No nos detuvimos a hablar.
– ¿Ahora se reanudan todos tus proyectos de trabajos que se habían bloqueado porque él se enamoró de vos y vos no quisiste ir bajo esas condiciones?
– No, no, no todos.
– ¿Por qué?
– Tengo la temporada del “Baila” que es muy importante. Después veré qué pasa.
– ¿Y cómo quedan los trabajos que Fabiano tenía para vos?
– Como cuando nos peleamos. En la nada. Pero superbién, van saliendo otras cosas.
La pelea
Cuando Fabi ya tenía todo listo para ir a Brasil, hace unos meses, ella de golpe había cancelado todo porque la intención de su asesor de prensa y representante en Río de Janeiro era que ella viaje para vivir con él como pareja.
Comentarios