De acuerdo a datos preliminares, en la víspera, alrededor de las 16:00, una de las  patrullas de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) que acudieron a un pedido de auxilio llegaron hasta un sector de la estancia El Ciervo – a 30 kilómetros aproximadamente al Este de la Ruta Nº 3, en Santa Rosa del Aguaray, departamento de San Pedro -, y encontraron los cuerpos sin vida de dos peones, en el monte que lleva el mismo nombre que el establecimiento, a 6 kilómetros  al Este del casco central del mencionado establecimiento.

Se maneja que, aproximadamente a las 07:30 de la víspera, cuatro peones de El Ciervo fueron sorprendidos y retenidos por presuntos elementos del grupo autodenominado EPP. Luego, al medio día, igual suerte corrió un tractorista que sacaba durmientes cercanos al lugar del hecho. Finalmente, a las 13:00, también fue retenido un motorista que se acercó a la zona.

Ya pasadas las 13:00, la FTC habría recibido la información de que peones del establecimiento El Ciervo, quienes debían de haber regresado al medio día a la estancia, no lo habían hecho.

La fuerza operacional reaccionó aplicando un protocolo de respuesta ante estas contingencias y comenzó la verificación correspondiente en todos los montes aledaños a la estancia.

Tras dos horas y media de rastrillaje, a las 15:30, una de las patrullas escuchó disparos de arma de fuego en un sector y, al llegar al mismo, se encontró con una trágica escena: los cuerpos de dos peones yacían inertes en el suelo, con todos los indicios de haber sido ejecutados a sangre fría. Cada una de las víctimas presentaba una sola herida de arma de fuego en la cabeza, disparada por la espalda.

Entre tanto, otra de las patrullas que acudía al mismo efecto, encontró  a los otros cuatro peones, quienes fueron trasladados a un lugar seguro de resguardo para que ser asistidos.

Los peones asesinados fueron identificados como Nery Peralta y Joel Brizuela. Ambos eran padres de familia. El primero deja dos huérfanos –uno de 3 años y otro de apenas 2 meses de vida-, en tanto que el segundo deja un huérfano de ocho años.