Riad. Agencias

Al menos 717 peregrinos murieron en las afueras de La Meca (Arabia Saudí), al producirse una estampida durante el “haj”, o gran peregrinación, que estos días realizan dos millones de musulmanes. A más de los finados, otros 863 han resultado heridos, según el recuento oficial.

“Si los peregrinos hubieran seguido las instrucciones y horarios, se hubiera podido evitar ese tipo de accidente”, he’i el ministro de Sanidad, Jaled al Faleh. Unas 400 ambulancias trabajaban en el lugar tratando de rescatar gente viva.

El portavoz del departamento de Defensa Civil atribuyó la estampida a un choque entre dos grupos de peregrinos llegaron al mismo tiempo a un cruce en Mina, a una decena de kilómetros al este de La Meca. Según su comunicado, difundido a través de las redes sociales, un grupo entraba y otro salía de la zona conocida como Jamarat, donde siguiendo la tradición los romeros apedrean simbólicamente al diablo. Se trata de uno los momentos culminantes del haj, que coincide con la Fiesta del Sacrificio (Eid al Adha), la más importante del islam.

TERRIBLE ANTECEDENTE

El accidente, apenas dos semanas después de que el derrumbe de una grúa matara a otro centenar de personas, es uno de los más grandes en 25 años. En 1990, 1.426 ciudadanos asiáticos perecieron asfixiados en un túnel de acceso en la propia Mina, por donde hay que llegar a La Meca. Desde 2006 no había muertos.