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Un taxista mudo que da mucho qué hablar

Un taxista mudo que da mucho qué hablar

Por Tatiana Moreno

Fue en la noche del 9 de enero del año 1997, que don Feliciano Morales (64) en horas de la noche se encontraba en la parada de taxi sobre 5.ª Avenida, donde prestaba servicio, esperando la llegada de algún cliente.

Se acerca un muchacho de unos 17 años de edad a solicitar traslado hasta Puerto Pabla. Cuando ya estaban llegando a destino, don Morales escuchó una voz en su cabeza que le avisaba que mire por el espejo y así lo hizo. Grande fue su sorpresa al ver ahí que el joven con arma en mano estaba a punto de meterle un tiro en la cabeza.

Don Morales reaccionó y al girar el joven ya había disparado. El impacto de bala fue directo a la boca y le destrozó la garganta, tanto así que, si bien se salvó de milagro, perdió completamente el habla.

En todos estos años, don Feliciano pasó momentos muy duros a tal punto de casi llegó a suicidarse. Muchos le dieron la espalda por el simple hecho de que ya no podía hablar, pero no se dejó vencer y hoy día sigue trabajando como taxista de la Parada 78 de Carmelitas (Asunción), y se comunica con sus clientes a través de esquela.

“Hola, q’tal srta., no puedo hablar, si me dice dónde  quiere ir? Ok!!”, esta es una de las esquelas que le escribió a una de sus clientas cuando esta subió para tomar el servicio.

De puño y letra, él contó lo que le pasó

Esta es la entrevista con don Morales.
Esta es la entrevista con don Morales.

Crónica primeramente se comunicó con su señora esposa María Morales (64), quien comentó toda su historia, pero don Morales no pudo aguantar las ganas de expresar sus sentimientos y sus inquietudes y se puso a escribir y contarnos todo.

En ella nos  comentaba que luego de mucho guerrear y gracias a la amabilidad de un señor, pudo sacar un taxi a crédito sin entrega. Igualmente, comentó que muchas personas malas no lo quieren ahí solo por ser mudo.

“Tengo 34 años en este rubro, estoy procurando pagar por este auto. Tengo problemas con la gente, hay mucha maldad, hasta con los compañeros tengo problemas, primero con el propio presidente de la APTA”, iniciaba diciendo.

Así, don Morales comentaba con puño y letra que hace tiempo está detrás de la Municipalidad para que le firmen la autorización para trabajar en la mencionada parada, pero no le están haciendo caso.

Casi, casi

En un momento de impotencia, don Feliciano Morales -cuando no era escuchado por las autoridades municipales- fue que intentó suicidarse cuando subió al precipicio de la Municipalidad de Asunción. Finalmente, le habían prometido darle una solución a sus reclamos.

“Él quiere trabajar”

Le explica a su clienta a través de una esquela que no puede hablar.

Doña María Morales, esposa de don Feliciano Morales, dijo en comunicación con Crónica que a pesar de que hay personas malas que no lo quisieron ayudar a salir adelante, muchas personas se solidarizaron con él y trataron de apoyarlo. “Él lo único que quiere es que lo habiliten para trabajar tranquilamente, le dicen en la Municipalidad que igual puede seguir trabajando, pero no tiene ningún respaldo, ninguna firma”, dijo.

Si alguien quiere comunicarse para ayudar a don Morales, puede llamar al (0991) 818 060.

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