Jugando mejor y haciendo valer la gran calidad de sus jugadores del mediocampo para arriba, Chile se dio el gustazo de tumbarle (2-0) a Brasil, que está lejos de ser aquel equipo que metía miedo a todos.
La clave del cuadro huevón estuvo en su gran paciencia para golpear en los momentos. El equipo de Dunga nunca tuvo la virtud de golpear con fuerza arriba y recibió el primer cachetazo cuando Vargas empalmó un centro desde el sector izquierdo.
La reacción de Brasil nunca llegó, hasta se vino la jugada magistral entre Alexis Sánchez y Vidal, que definió el delantero del Arsenal. Práctico y contundente para ratificar que por algo es el actual campeón de América.
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