Diana Candia se encontraba sentada en la vereda de su casa, ubicada en fracción “El Bosque”, de Limpio. La acompañaba su fiel amigo Ozil, su perrito de la raza caniche.

En ese ínterin, un niño corrió hacia el jagua’i y este le ladró y volvió junto a su dueña. El mitã’i fue junto a su padre, que resultó ser un suboficial de la Policía Nacional que se encontraba frente a su vivienda con algunas personas. Este se dirigió a la casa de Diana y, según la denuncia presentada, comenzó a decirle de todo.

“Me gritó que mi perro no debe estar en la calle y que si le mordía a su hijo le iba a matar. Yo le dije que era imposible que le muerda y que solo ladró porque (su hijito) era un extraño. Ahí me amenazó y me gritaba más”, dijo la mujer.

Fue ahí que el perrito comenzó a ladrarle al poli y, siempre según lo manifestado por Diana, el volái frente a todas las criaturas que estaban jugando en la vereda de su casa agarró del cuello al perrito, le alzó hasta la altura de su cabeza y como bolsa de basura lo tiró al piso. “Eso lo hizo tres veces, yo tratando de evitar le agarré a él, pero me agrede y empuja”, comentó.

Diana fue hasta la comisaría de Limpio donde radicó la denuncia contra el suboficial, a quien identificó como Mario Cáceres González. Pero cuando pidió una copia de la misma, grande fue su sorpresa al notar que en la misma no pusieron que el denunciado era policía. “Voy a ir a la Fiscalía directo a hacer de nuevo la denuncia y luego a la Comandancia de la Policía para que esto no quede impune”. Finalizó.

Se recupera

Ozil, el perrito caniche, fue atendido en una veterinaria y se recupera satisfactoriamente.

Otra agresión

Según Diana, otra vecina de la zona intentó sacarle una foto al policía, pero avei fue agredida por este.