Vibra el chanchón, vibra todo Luque. Sportivo Luqueño, el único representante paraguayo que sigue con vida en la Copa Sudamericana, consiguió anoche el triunfo más resonante de su historia, que lo puso entre los cuatro mejores equipos del continente.

La victoria de 2-0 sobre Paranaense se celebró como una verdadera fiesta patronal en una ciudad pelotera por excelencia y cuya gente acompañó a full para empujar una clasificación que se gestó ya al comienzo del partido con el golazo de Jorge Ortega. El delantero pescó una falla de la defensa y tras meterle un “sombrerito” jefe a un defensor, hizo lo mismo con el arquero para decretar el primer tanto, que neutralizaba el resultado en contra de hace una semana.

Era todo a pedir de boca, porque el cuadro de Rivera no se quedó en eso y siguió metiendo pata, hasta que luego de un par de ocasiones desperdiciadas, Mendieta guapeó y le hicieron penal.

Del remate se encargó Leguizamón, que fue “rebotado” por el arquero. Sin embargo, el rebote le volvió a quedar al defensor para mandarla adentro.

El relajo del segundo tiempo complicó un tanto el panorama, pero el equipo auriazul supo aguantar el resultado y brindar una enorme alegría a su gente.

Ganar y clasificar era el objetivo. Y Luqueño lo logró de forma incuestionable para seguir ilusionando a su pueblo. Ahora, va por más.

EL VALÉCHO, David Mendieta

Fue el generador de las mejores jugadas de Luqueño. Además, a él le hicieron el penal que significó después el gol de la clasificación. Mención especial para el arquero Jorge Chena.

EL ÁRBITRO, Christian Ferreyra

El pito uruguayo anduvo bien y controló muy bien el partido, aunque se tragó un claro penal a favor de Luqueño tras un codazo del arquero Weverton a Ortega en el final del primer tiempo.