En la mañana de ayer llegó desde ashá doña Celia Alvarenga Sosa, tras alrededor de 11 años en el vecino país, para acompañar a su hijo hasta su última morada, con el pesar de su alma. Miguel Ángel Marín fue despedido rodeado de familiares, amigos, y conocidos, quienes desde la noche del domingo se encuentran manifestándose contra el sacerdote José María Velazco, a quien consideran responsable de la muerte del joven de apenas 17 años, quien recibió un tiro en la frente proveniente del arma del subcomisario Mariano Sosa, exsubjefe de la 8.ª Central de Capiatá.

La mujer, con el alma hecha pedazos, manifestó que las movilizaciones frente a la comisaría y la parroquia Virgen de la Candelaria seguirán hasta que el pa’i sea trasladado a otra catedral, ya que en cierto grado, lo consideran responsable de la muerte del péndex, debido a que es uno de los que encabezarían las movilizaciones en contra del karaoke “Qatar”, del que salía Miguel cuando encontró la muerte. “Mi hijo no es ningún ratero, así le hicieron quedar. Trabajaba y era la primera vez que salía, ni siquiera tomaba”, dijo.

 “Que se vaya a Tacumbú”. Familiares dijeron que Sosa debería guardar reclusión en la Penitenciaría de Tacumbú, como cualquier “mortal”. El fiscal Blas Imas formuló imputación por homicidio doloso para el mismo; por su parte, el juez Manuel Seifildin dispuso su prisión preventiva.

En la iglesia aclararon

Mediante su página en el feis, la iglesia Virgen de la Candelaria lanzó un comunicado a la opinión pública, donde aclaran que el sacerdote no tiene nada que ver con la muerte de Miguel. Aseguraron que Velazco se encontraba hasta las 22:30 en las inmediaciones del karaoke, acompañando a los vecinos por pedido expreso de los mismos.

Fiscal fue apartado

Imas, quien había participado del servicio de control de personas, cuando ocurrió el trágico “incidente”, fue apartado ayer de la causa por la fiscala adjunta de Capiatá, María Teresa Aguirre. “Consideró que lo más prudente era que otro lleve la causa”, dijo Imas asegurando que como testigo del hecho, Aguirre prefirió que otro actúe.

Agregó que el joven recibió el tiro “del cielo” y que infortunadamente la bala cayó en su frente. Asimismo, manifestó que Miguel contaba con todos los documentos de la moto en que yiraba, a diferencia del otro joven de 23 años, que no contaba ya que el biciclo pertenecía a un partido político. Desde hoy, el fiscal Víctor Villaverde se encarga del caso.