“Antes me iba con mi papá a la chacra y siempre veía víboras, hasta que una vez le pregunté si eran malas. Él me dijo que no y le agarré a una de ellas”, contó José Feliciano Maciel, más conocido como “Joseli”, quien se define como un amante de los reptiles. Desde chiquito entabló una relación con estos animales a los que muchos no quieren ver ni en fotos.

Este joven caazapeño, hoy con 23 años, también es estudiante de Veterinaria en la sede de la UNA de su departamento. Contó que las personas de su ciudad siempre lo llaman para ir a rescatar a las víboras, ya que muchas personas tienen miedo de ellas.

Cuando era niño, José veía mucho la serie “cazador de cocodrilos” a quien siempre venía imitando. Asegura que no teme a las víboras, sino todo lo contrarío, él se comunica con ellas y las protege.

“Todos me conocen porque soy bombero, y la gente me llama a veces solo para ir sacarle a la víbora de su casa”, contó entre risas. También es docente en colegios de la zona en donde enseña Química, Física, Ciencias Naturales y Antropología, además de ser dirigente de un grupo llamado “El caminante San Francisco de Asís”.

Pidió a las personas que no maten a las víboras ya que son fundamentales para la naturaleza porque se encargan de los enemigos del cultivo que son las ratas que transmiten enfermedades. Además, pidió que tampoco los conductores pasen encima de ellas.

Desde niño

Joseli contó que desde niño le gustaba las víboras. Recuerda que alzaba y besaba a sapos sin temerle. Aseguró que estas criaturitas son inofensivas y no es necesario que las personas la maten, ya que también merecen vivir como todos. “Son criaturas de Dios como todos nosotros, y merecen vivir”, expresó.