Bernarda Torres (30), de la localidad de Roberto L. Petit, distrito de Concepción, estaba a punto de tener a su bebe’i en la tardecita del sábado. Pidió socorro a los policías de la comisaría local para que la auxiliaran hasta el Hospital Regional de Concepción.
Apúrope, los volái alzaron a la parturienta a la patrullera y a toda bala se dirigieron hacia la ciudad para que los médicos trajeran al mundo a la criatura.
Pero cuando llegaron a la compañía Callejón San Luis, esta ya no aguantaba los dolores y pidió que detuvieran la marcha, bajó del rodado, se acostó a un lado del camino y dio a luz una beba sanita.
Los polis que la trasladaban y algunos vecinos hicieron de parteros y tuvieron el honor de cortar el cordón umbilical de la recién nacida.
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