Un guarara de aquellos protagonizaron dos mitãrusu, supuestos barras bravas del Ciclón cerca de la medianoche del domingo, tras la caída del club de sus amores, en el partido que disputaron el Legendario y Cerro Porteño en la noche del domingo. Agentes de la Comisaría 7.ª Metro acudieron al llamado de auxilio en inmediaciones del Club Guaraní, entre la avenida Eusebio Ayala y 1811, donde patadas y puñetazos eran repartidos entre ambos bandos.

Antes de llegar al sitio, intentaron dispersar a la multitud, pero fueron sorprendidos por un ñato identificado como Héctor Osmar Cabrera (20), quien descendió de una moto con un revólver calibre 22 disparando contra los aurinegros. Al ver la presencia policial, reprendió a tiros contra los oficiales y de un pique empezó a huir hacia el barrio Bernardino Caballero, más conocido como “Kambala” o “Mundo Aparte”, siendo perseguido por los patrulleros, entre balas que iban y venían.

Cerca del viaducto de Eusebio Ayala y General Santos, el joven ingresó en uno de los pasillo, donde sin dejar de gatillar contra los uniformados, empezó a huir entre los techos. Finalmente, al acabársele las municiones, los agentes aprovecharon la situación pegando un tiro en una de las tejas que lo sostenía, logrando que pierda el equilibrio y caiga al suelo.

REVOLVER Y “TOQUITOS”

Durante la riña también fue detenido Faustino Felipe Acosta Vera (25), quien conducía la moto en la que se desplazaba Héctor. Del poder de los detenidos se incautó un revólver y “toquitos” de macoña, totalizando 5,5 gramos. El detenido admitió haber disparado contra los de Guaraní asegurando que debía andar armado “por seguridad”.