CIRO ACUÑA. Fulgencio Yegros. Especial.

Momentos de terror y desesperación fueron los que se vivieron dentro de un bus de media distancia, cuando dos policías de civil abordaron al mismo en busca de unos delincuentes que, al darse cuenta que podrían ser arrestados, abrieron fuego contra los mismos en medio de la gente y finalmente terminaron con la vida de los uniformados.

Poco después de las 13:30 horas, Jorge Luis López y Denis Aguiar, vestidos como cualquier otro pasajero para no llamar la atención, abordaron la unidad 2400 de la empresa La Yuteña en el parador Caacupé, de Yegros, y fueron asiento por asiento a la búsqueda de sus objetivos: Matías Benítez (65) y su hijo Pascual (33), quienes tenían órdenes de captura por varios crímenes.

Cuando Aguiar quedó cara a cara con Pascual, le dijo que estaba detenido. No pasó ni un segundo y se escuchó la primera explosión. Era Matías, papá de Pascual, quien desde el asiento trasero que ocupaba el hijo disparó a quemarropa al policía. Antes que López pueda reaccionar, Matías ya había disparado también.

En medios de gritos de desesperación, y aún con los dos cuerpos tirados en el pasillo ya sin vida, los Benítez huyeron por una de las ventanas del micro. En su huida dejaron tirados sus documentos, lo que permitió a los intervinientes dar rápidamente con la identidad de los responsables.

RASTRILLAJE

Una vez que se produjo el hecho se inició un rastrillaje para encontrar a los responsables.

HORROR

El momento que se vivió en ese colectivo fue trágico. Las armas aún humeantes, la sangre comenzando a salir de los cuerpos de dos uniformados que estaban realizando su trabajo y la desesperación apoderándose de todos los demás pasajeros, quienes también pudieron haber sido víctimas, crearon una atmósfera de confusión total y caos.

Mientras que los malevos se tiraron por la ventanilla para escapar del lugar, los demás ocupantes del colectivo salieron por donde pudieron en su solo afán de proteger sus vidas.

“Fue un horror todo. En un abrir y cerrar de ojos vi a las dos personas muertas y solo pensé en tirarme del micro. No sabía qué hacer” relató Cecilia B., una de las tantas pasajeras que con el corazón aún latiendo a mil pulsaciones y la voz temblorosa no tenía consuelo tras lo sucedido.

C. A. (menor)

Yo estaba sentado al lado del señor (Matías). Cuando el policía le dijo que estaba detenido al otro (Pascual) ya le disparó.

Doña Zoraida

Solamente escuché disparos y pensé que era un asalto, me asuste mucho. Estaba con mi sobrinito y casi me desmaye.

FAMILIAS DESTRUÍDAS

Tanto Aguiar como López eran de la zona de San Juan Nepomuceno, en el departamento de Caazapá. El Crio. Hugo Díaz, jefe de Investigación de Delitos departamental explicó que ambos “dejan familias huérfanas” luego de tan lamentable acontecimiento.

El jefe policial dijo que los asesinos, tanto padre como hijo, en algún momento estuvieron vinculado con un intento fallido de acabar con la vida del exintendente de Yuty, Nelson Vera, hecho que hasta ahora se sigue investigando.

Por su parte, Gilberto Giret, el chofer del colectivo, aseguró que todo pasó muy rápido y que ni siquiera tuvo tiempo de ver a los asesinos. “Había muchos pasajeros y cuando se producen los disparos hubo como una estampida. Creo que fueron al menos ocho disparos los que se escucharon” relató.

Los cuerpos de los oficiales fueron llevados al Hospital Regional de Caazapá.