Las lluvias que se vinieron dando en la Semana Santa hicieron que varias personas empiecen a sufrir nuevamente al ver las aguas crecer y ser testigos de la manera en la que la humedad se va apoderando de lo poco que aún no descompuso.

Uno de ellos es Augusto Vázquez (69), quien vive en un refugio con su señora Yolanda Acevedo (61), y con quien luego de criar a cinco hijos, todos ellos con estudios secundarios concluidos, pusieron un puestito de venta de alimentos y remedios yuyos para ganarse la vida.

“Estamos muy mal con todo esto que está pasando. La humedad por estos lados es terrible y no podemos volver a nuestra casa porque está todo inundado. Como 20 veces corrimos del río” manifestó de entrada don Augusto.

Dijo que la ayuda de la Secretaría de Emergencia Nacional “no es suficiente para todos. Hace rato que no se los ve. Y se precisa mucho de ayuda porque todos somos de escasos recursos y el agua no para. En mi caso, por ejemplo, soy de la Chacarita, y somos víctimas permanentes de situaciones como esta”.

Más allá de las penurias, contó cargado de orgullo que gracias a la educación que le dio a sus críos hoy no está postrado, ya que “luego de un accidente que tuve me tuvieron que amputar una pierna, y entre mis hijos me compraron esta prótesis que hoy me permite movilizarme. Todos ellos hicieron un montón de actividades y juntaron 15 millones de guaraníes para comprarme para mi ‘pierna’”.

EN UN DÍA “RECOBRÓ” ALTURA

Apenas unas horas fueron suficiente para que el río Paraguay como si nada gane “fuerza” en su nueva amenaza y levante nada menos que ¡8 centímetros! su altura. Estaba en 6,42 metros desde el miércoles 23, pero ayer amaneció con 6,50 metros a la altura del puerto de Asunción, según el último informe de la Dirección de Meteorología e Hidrología. Todo como consecuencia de las lluvias que cayeron.