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Rafael Hermann: “Disfruto de la moto y vivo del comercio”

Rafael Hermann: “Disfruto de la moto y vivo del comercio”

Volvemos a las entrevistas de “¿Qué pasó de…?” presentándote al famoso y su vida después de los flashes. Rafa Hermann, el que logró el mayor éxito en Paraguay como modelo masculino, hoy ya retirado, nos cuenta de su vida.

Nacido en Ponta Porã, Brasil, creció y dio sus primeros pasos como modelo en la capital industrial y comercial de su país, San Pablo. Después conoció Asunción, gracias a su hermana Paola; decidió radicarse aquí y se convirtió en paraguayo por elección.

Fue el modelo masculino más exitoso de todos los tiempos en nuestro país. Ya retirado, ahora se dedica al comercio de ropas, con marcas internacionales que representa y con una propia (RH).

Y, por supuesto, vive su vida a su manera, sintiéndose en libertad, manejando su Harley Davidson. Rafa Hermann se considera primero motoqueiro, después exmodelo y empresario de moda.

– ¿Fuiste motoqueiro antes de ser modelo?

– Sí, toda la vida. Cuando vinimos a Paraguay en el 89 vendí mi moto en Brasil, una

Yamaha V-Max 1.200 cc. Llegando acá continué con el hobby junto a unos amigos. Armamos el primer motoclub al que llamamos Latin Bikers. Eramos 4 a 5 paraguayos, dos brasileños y 4 alemanes. Uno de ellos tenía el Harley.

– ¿Dónde se iban?

– Nos íbamos mucho a Argentina y Brasil. Fines de semana viajábamos por Paraguay. Cuando empezamos nosotros todo era a nivel de encuentros con carpas. Hoy día está más organizado y es con hoteles.

– ¿Cómo les veía la gente en aquellos tiempos?

– A la gente le caíamos mal. Los motoqueiros en esa época eran vistos como delincuentes, maleducados, drogadictos. Éramos mal vistos. Pero la realidad era totalmente lo contrario, el grupo integrábamos con buena gente…médicos, profesionales… Por suerte el concepto fue cambiando con el tiempo.

– ¿Y fuiste cambiando de motos con el tiempo?

– Cada dos o tres años cambiaba la moto. Pasé por Suzuki, Kawasaki, varias veces Yamaha hasta que en el 96 tuve mi primera Harley, una de 1340 cc. Ahí ya me quedé con la marca, solo fui cambiando de modelos. Me volví un harlero fanático.

– ¿Usás la moto para los paseos nomás o todo el tiempo andás en moto?

– A mí me gusta la moto para todo. Con el tránsito que tenemos hoy la moto me facilita mucho.

En auto te demora como una hora y media llegar a algún punto de Asunción. En moto llegás en 20 minutos. Aparte es algo que me gusta. Tiene que ver con mi espíritu.

– ¿Tu esposa comparte tu pasión?

– Andrea (Palma), desde principio compartió esa pasión conmigo. En moto me iba a su casa, cuando le conocí y cuando nos hicimos novios. Todo era en moto en esa época. A ella luego le gustaba.

– ¿Tiene su moto también?

– Conmigo nomás… “Yo prefiero ser mochila nomás”, me dice. Hace tres años fundamos  Águilas Motoclub. Los dos estamos ahí. Es un club que reúne a amigos motociclistas. Es multimarca, pero la mayoría tiene Harley.

– ¿Y qué hacen?

– Tenemos un PC donde hacemos nuestras reuniones, asado, cerveza. Invitamos a los otros motoclubes.

– ¿Y viajan?

– Yo, normalmente hago un viaje afuera, por año. Hacemos dos o tres paseos mensuales por Asunción.

– Casi no se escucha que ustedes que tienen motos grandes se accidenten. ¿Por qué los otros motoqueiros se accidentan a cada rato?

– Nosotros poco nos accidentamos. Tenemos experiencia, respetamos las normas de tránsito, conocemos las calles, somos precavidos. Y podemos caernos, pero siempre estamos muy bien equipados, con cascos, guantes, botas. De repente te caés pero no pasa nada.

– Fuera de tu pasión por las motos, ¿de qué vivís ahora que ya dejaste el modelaje?

– Sigo con la moda. Disfruto de la moto, que tiene que ver con mi espíritu, me da esa sensación de libertad, pero vivo del comercio. Tengo mi propia marca de ropas y vendo al por mayor a las boutiques. Soy importador de otras marcas también.

– ¿Extrañás los flashes, los desfiles, hacer publicidades, verte en televisión?

– A veces extraño esa época. Pero pasa el tiempo. La vida del modelaje es como del futbolista. Todo eso termina. Lo malo es que no se gana tanto como futbolista jajaja… Queda la satisfacción de los lindos recuerdos. Los momentos que estuviste viajando. Las personas que conociste también.

SU VIDA ANTES DE SER FAMOSO

– ¿Vos creciste en San Pablo, Brasil?

– Yo nací en Ponta Porã, de pendejo viví en San Pablo. Practicábamos atletismo. Ahí tenía una beca de estudios a través del deporte. También jugué fútbol.

– ¿Pudiste haber sido futbolista?

– Sí, fui a Sporte Club de Marilia. En San Pablo estuve en la categoría juvenil en el club São Paulo. Después me dediqué al atletismo.

– ¿Cómo se dio tu venida a Asunción?

– Mi venida a Paraguay fue a través de mi hermana Paola. Le traje para el evento de “La modelo del año”. Me gustó la onda. Como mis viejos eran paraguayos y Paola ganó el concurso, aquí tenía posibilidades de trabajar de modelo… Todo eso incluyó para venir a probar y me quedé. En San Pablo ya trabajaba como modelo. Conseguí desfiles con marcas importantes y fueron saliendo trabajos unos tras otros.

– Hoy día los modelos masculinos tienen muy poco trabajo y desfiles prácticamente ya no tienen. ¿En tu época podías vivir bien del modelaje?

– A mí me fue muy bien como modelo. Había muchísimo trabajo. Muchas marcas apostaron por mí. Y los desfiles para hombres en el interior, además de los desfiles en el Yacht, funcionaban muy bien.

– De todas las publicidades que hiciste, ¿cuál es la que más recordás?

– La de los calzados Julio Césare. Venía con una moto, la imagen del zapato… Parece que fue ayer. Eso fue mi primer laburo en televisión.

– ¿Cuánto tiempo viviste bien del modelaje?

– Unos 25 años por ahí me dediqué al modelaje.

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