El presidente azulgrana Juan José Zapag lo había adelantado: “El próximo técnico será paraguayo.” Y así fue. Gustavo Morínigo, técnico finalista de la Copa Libertadores de América, con Nacional, en el 2014, es el nuevo entrenador de Cerro Porteño. El estratega fue presentado un par de horas después nomás de que el capo de Barrio Obrero haya informado sobre la salida de César Farías del club.

El desafío para “Mori” es grande, pero con un rebozado optimismo y a su mejor estilo, el estratega pyahu dijo que “aquí hay material y a eso vengo. A ser finalista y ganar la Copa con Cerro.” Recordó que “cuando estaba en Nacional nadie creía que llegaríamos, pero llegamos.”

Resaltó igualmente que “para mí, Cerro Porteño tiene una selección nacional, un plantel frondoso.” Ahora bien, dejó clarito que “tengo una disciplina estricta que creo que es modo de llegar a los éxitos y trabajaremos en base al convencimiento que tenemos. No van a jugar los nombres, sino los mejores.”

CHAKE PÉA

Estas afirmaciones del entrenador se vienen a dar justo en el momento más “caliente” en lo que tiene que ver con la relación entre la hinchada y los jugadores, ya que al entender de la gente hay muchos peloteros que en la actualidad no están pasando por su mejor momento y no merecen estar en el equipo titular.

Uno de los más cuestionados es Fidencio Oviedo, quien justo ocupa la posición de dos “mimados” del entrenador: Silvio Torales y Marcos Riveros. Estos formaron parte de aquel equipo que, de la mano de Morínigo, llegó a la final de la Copa Libertadores.