Ganarse la vida reparando juguetes no es fácil, pero sí emocionante para el “doctor” que hace más de 16 años Ricardo Brugada empezó.

“El negocio va muy bien y ahora ya desapareció el técnico que hace una sola cosa, hoy en día hay que vender servicio y aparte ser una persona que inspire y dé confianza al cliente”, empezó contando don Ricardo, propietario del conocido hospital de los juguetes que ahora también ya repara de todo. Queda sobre Denis Roa, en barrio Herrera de Asunción.

Don Brugada contó que este honrado trabajo inició cuando él había renunciado de un empleo pasado y como tenía mucho tiempo, empezó a reparar todos los juguetes de su pequeña hija, hasta que un día ella le dijo “papá, tenés que abrir un hospital de los juguetes y lo agarré tan en serio que así inició todo” he’i el “doctor juguete”.

Resaltó que cada juguete que llega al negocio tiene un sentimiento para la persona que lo trae, y es por ello que recordó una anécdota, cuando una señora le había traído unos juguetitos que andaba a pila y solo eso necesitaba ser cambiado.

“Cada pila costaba 45 mil guaraníes por ahí, y cuando volvió a buscar le expliqué todo, pero ella solo quería que esos juguetes vuelvan a tener vida y me dejó 100 mil guaraníes por muñequito. Me fui, le cambié todo y mi curiosidad fue tanta que le pregunté a la señora por qué tanto amor. Y ella me dijo que era el juguete preferido de su hijo que había muerto de cáncer”, contó conmovido en medio de lágrimas don Ricardo.