A raíz de algunos problemas personales, hace 3 años recurrió a la bici. Le sirvió como un medio para despejarse y para compartir con su familia. Pero él llegó mucho más lejos con esto. Pronto se convirtió en su pasión y se metió a competir en carreras de ecoaventura.

– Además de periodista, vemos que estás en competencias de ecoaventura, Freddy. ¿Hace cuánto tiempo que estás en esto?

– Desde hace tres años aproximadamente. Descubrí a la bici como un medio para compartir con la familia, primero, y después llegué a las competencias de ecoaventuras. Es muy lindo este deporte. Es saludable, te ayuda física y mentalmente. Justo había coincidido con varias cuestiones personales cuando empecé. Me sirvió como un cable a tierra. Busqué una actividad integradora que pueda hacer con mis hijos. Y para mí en particular no hay nada mejor que andar en bici.

– ¿Cómo te hacés de tiempo para practicar?

– Practico cuando puedo, cuando me dan los tiempos. A veces los fines de semana.

– ¿Vas al Canal en bici?

– De manera frecuente voy al Canal en bici. Cuando estamos próximos a una competencia pedaleo todos los días. Aprovecho esta nota para saludar a los compañeros del equipo que tenemos, que es Arpa, que habíamos creado con un amigo argentino, Darío Remaggi. No nombro a todos los integrantes porque somos muchos.

– ¿No llegás todo sudado cuando vas pedaleando al Canal?

– Se suda cuando hace calor. Pero en el Canal tenemos todas las comodidades. Algunas cosas llevo en la mochila: calzados, la ropa interior… Cuando llego me ducho, me cambio y ya estoy vestido como periodista para salir a buscar las noticias.

– ¿Te sentís de una manera cuando estás con tu look de ciclista y de otra manera cuando estás con tu saco y corbata haciendo periodismo?

– Siempre me siento la misma persona. Me siento más liberado cuando estoy haciendo el ciclismo.

– ¿Cuál te gusta más, el ciclismo o el periodismo?

– Ambas cosas son mi pasión. El periodismo no me pesa, es un trabajo que lo hago con placer. Disfruto mucho del ejercicio de mi profesión y disfruto de las ecoaventuras.

– ¿En qué consisten las ecoaventuras?

– El concepto de este deporte es como la vida misma. Tenés ciertas pistas, los puntos a los que tenés que llegar. Salís sin saber dónde mismo vas a encontrar esos puntos. Tenés que buscarlos. Es como lo que nos dice nuestro papá cuando somos jóvenes: “Si hacés bien esto, vas a llegar a tu objetivo”. Podés tomar caminos correctos como errados, si acertás llegás y si tenés la capacidad de utilizar atajos inteligentemente, más rápido vas a alcanzar esos puntos. Pero no es fácil, hay muchos obstáculos que tenés que superar.

– En tu trabajo como periodista, ahora tenés más participación haciendo temas sociales, parece que llegás más a la gente.

– De hecho, me gustan más los temas sociales que los políticos o policiales. Y me entiendo con la gente, porque hablamos el mismo lenguaje, uso el jopara, por ejemplo.

– ¿Era muy sacrificado trabajar de noche, haciendo policiales?

– A la noche-madrugada era bastante particular, porque implicaba estar lejos de la familia. La única noche que quedaba en casa era la noche del sábado. Me privaba de muchas cuestiones sociales, familiares. No podía ir a cumpleaños, por ejemplo. Pero la noche-madrugada es una gran escuela. De día es fácil, vos tenés todo, tenés productor, coordinador. A la noche vos estás solo, estás buscando lo que ocurra.

– ¿Qué te generó haber hecho la nota que más trascendencia popular tuvo, aquella entrevista al que después fue bautizado como “El borracho de la arbolada”?

– Me dio la dimensión de hasta dónde puede llegar lo que uno hace. Actualmente “El borracho de la arbolada” sigue siendo el video de YouTube de Paraguay más visto. Lo hice sin pensar en la repercusión que podía tener. Es como decía Manuel Bernardes, con quien trabajé en Radio Uno, la información con simpatía entra, con picardía entra, de la dura y amarga nadie se acuerda. Siempre procuro darle la vuelta a mis notas.

– En Telefuturo estás creciendo, te están dando mucho más espacio, hasta tenés tus bloques de reportajes ahora, ¿cómo se fueron dando esos logros?

– Uno se va ganando los espacios. Yo soy fanático de mi trabajo. En el Canal me valoran, tengo una jefa que siempre que necesité, siempre que tenía algo recurría a ella y me decía. “Dale, metele”. Es el resultado de la dedicación, de la pasión. Tengo el apoyo que me fui ganando.