River Plate preparó una fiesta para recibir en su cancha a Gral. Díaz. Los “Jardines del Kelito” se vistieron de gala, pues se inauguraba la lumínica del club, permitiendo que un partido oficial de Primera División se chute otra vez después de 22 largos años.
Todo lindo hasta ahí, se encendieron las luces y el chute se dio con mucha emoción, solo que los peloteros estuvieron apagados y sin ideas para concretar algún golcito.
Lo cierto es que la fiesta se vivió, pero sin la emoción de los goles, y en especial por parte los riveristas, que chochearon después de mucho tiempo un partidí de clase A en su campo de juego.
Lado malo
El lado negativo del festín fue que el vestuario visitante no estaba en condiciones. Mucho olor a thinner, pintura y hundimiento del piso.
Comentarios