• HACE 15 AÑOS vivo con mi pareja, él es un poco mayor que yo, me lleva 7 años de diferencia

El primer sueño que tuve en mi vida siempre fue casarme como toda mujer sueña. Fue hermoso, estoy casada con un buen hombre, trabajador, no me hace faltar nada, me cumple mis caprichos, pero algo me falta para poder ser feliz por completo.

No puedo tener hijos con él porque debido a un tratamiento al que él se sometió antes, no puede tener ya hijos. Con su anterior pareja ya tiene uno él, pero ¿y yo? El segundo sueño era justamente eso, tener muchísimos hijos.

Los primeros tiempos pensaba que no llegaba porque no era el momento, pero ya después me fui dando cuenta que algo andaba mal, fuimos al doctor y nos dijeron que él tenía muy pocas posibilidades, pero que podíamos con un tratamiento.

Cuando tenía retrasos me ilusionaba todo, pensaba que estaba embarazada, pero grande era mi tristeza cuando miraba el test y el resultado daba negativo. Lloré tantas noches por esto.

Luego ya los doctores nos dijeron que era prácticamente imposible, y mi mundo se derrumbó cuando me dijeron que con él nunca podría tener hijos.

Y bueno, la otra alternativa era la de hacerme una inseminación artificial. Como él es comerciante, saca buena plata para vivir cómodamente y darnos algunos lujos, entonces luego de mucho pedirle me mandé hacer la inseminación. La advertencia estaba dada por los médicos: no era un método seguro, podría hacerme miles de veces sin quedar embarazada. Y tal cual, no quedé embarazada en el primer intento.

Quise hacer un segundo intento, pero él ya no me permitió, me dijo que es mucho gasto y que me olvide de eso, que tengo que conformarme con él. Cada vez que le menciono el tema se enoja. Tengo miedo, mucho miedo de que a los 60 años mire a mi alrededor y encuentre una casa vacía, miedo de que nunca pueda escuchar la palabra mamá, miedo a no poder conocer lo que verdaderamente significa eso.

Ahora no sé qué hacer, muchas veces pensé en dejarlo y buscar otro hombre con quien sí pueda tener hijos, lo amo, pero mi deseo de ser madre es más grande. ¿Qué me aconseja?

ANALÍA, 35 AÑOS, CIUDAD DEL ESTE

LA RESPUESTA: Hay muchas parejas que tienen el mismo dilema, generalmente porque uno de los dos no quiere, en tu caso hay un impedimento biológico que se puede intentar con la ciencia, a pesar de que son costosos y largos, muchos prueban varias veces.

Algunos deciden renunciar a los hijos por mantener su amor, una relación asentada, madura y con futuro, pero otros no. Cuando pesa más el ser madre o padre, incluso, por encima de la felicidad conyugal, muchos deciden emprender caminos distintos.

La decisión en este caso es únicamente de ambos, llegar a un acuerdo juntos, para eso tienen que pensarlo y tomarla con la mayor seguridad para evitar dañarse y dañar a terceras personas. Una vez que tomen la decisión los dos deberán evitar reproches posteriores por la infelicidad que ha generado la decisión de tener o no hijos.

Date tiempo para pensar y no tomar una determinación apresurada que te pueda afectar y en el caso de que quieras dar marcha atrás, ya te resulte imposible. Cada relación de pareja, como sistema familiar, es un mundo, así que empezá a buscar las posibilidades que tiene la tuya. Pero todas las opciones implican renuncias y cambios en ambos.

Tenés que analizar tu proyecto de vida, dialogar con tu pareja y ver cuáles son esas alternativas, también existe la posibilidad de adoptar, hay muchas mujeres que son madres del corazón con la misma felicidad por tener un hijo. En el caso que no puedan llegar a un acuerdo solos, pueden buscar ayuda profesional con un psicólogo de su confianza que los ayude a tomar la importante decisión.