INVESTIGACIÓN Y CONCIENCIA. Tanto la Fiscalía como la Policía consideran que la investigación a fondo y la intervención de los puntos de reducción es clave. El fiscal Luis Said apeló a la conciencia de la gente a no comprar celus robados.

El “pan de cada día”, una situación que incluso se escapa de las manos de la Justicia y el crecimiento de la ola delictiva se ha convertido imparable. ¿Cómo combatir a los motochorros? Una interrogante bastante difícil de encontrar una respuesta. Una semana atrás, dos jóvenes habían sido detenidos en el Mercado 4 capitalino, hasta donde llegaron para reducir (vender) un celular robado.

El comisario Vidal Achucarro, jefe de la Comisaría 6.ª Metro, jurisdiccional al robo de dicho aparato, comentó que ese sitio es uno de los lugares “preferidos” para el efecto, como cualquier otro lugar de compra-venta de celulares.

“Lo que pasa es que nosotros a lo único que nos reducimos es atacar al victimario y recuperar las pertenencias de la víctima, pero lo que realmente no estamos viendo es el móvil que le lleva a ellos a robarnos y en el peor de los casos, matarnos. Porque lo que más roban son celulares”, señaló.

“Debería haber un Departamento de la Policía y la Fiscalía también que se encargue de investigar dónde van a parar los objetos robados, para atacar a ese reductor, que es el que propicia estas situaciones”, agregó.

PASO A PASO DE LA REDUCCIÓN Y VENTA

EL ROBO. El delincuente luego de deshacerse de la tarjeta sim, celular en mano se dirige a los “mercados” de reducción, donde se dedican a la compra de celulares y “preparar” el aparato para su nuevo dueño.

ADULTERACIÓN. Tras la reducción, los “especialistas” flashean el aparato para dejar en “blanco” sin datos ni archivos del anterior dueño. Adulteran el IMEI mediante un programa vía web: el celular listo para la venta.

LA VENTA. Con el “blanqueamiento” del celular y la adulteración, el aparato se vuelve difícil de rastrear, por lo que el aparato se encuentra para estar en manos del comprador y este jamás sabría que se trata de uno robado.

Imputados: fiscal pidió su prisión

Leonardo David Espínola Cañete y José Ramón Ruiz Díaz Fariña, detenidos por agentes de la Comisaría 11.ª Central de Villa Elisa, ya fueron imputados por robo agravado, violación a la ley de armas y tentativa de homicidio por el fiscal Luis Said a cargo de la investigación. El letrado solicitó la prisión preventiva de ambos.

Baleado, entre la vida y la muerte

Las ropitas, los pañales, algunos juguetitos, la cuna y todos los chiches para la pieza. La pequeña era esperada con ansias y mucho amor por dar por parte de sus padres, quienes a dos años y medio de empezar su historia de amor, como nunca esperaban el momento en que se conviertan en una familia. Sin embargo, por esas cosas inesperadas de la vida, este sueño sufriría un doloroso quiebre.

“Tenemos las esperanzas vivas porque no nos abandona la fe” decía Alice Díaz, la media naranja de Carlos Javier Bernal, quien en las últimas horas del martes recibió un disparo en el abdomen, el cual perforó una vena importante del hígado que dejó al joven de 20 años en un debate entre la vida y la muerte. El joven se encuentra internado en el Hospital de Traumas de la capital.

Los familiares, pese a los pronósticos arrojados por los profesionales de blanco, manifestaron que tienen la fe puesta en Dios. Ayer, Carlos fue sometido a una intervención quirúrgica delicada de 6 horas, que los médicos consideraron el último esfuerzo humano posible para salvar su vida. Al cierre de nuestra edición, la intervención no había culminado.

Muchos mercados y muy poca conciencia

El fiscal Luis Said, a cargo del último caso de motochorros, comentó que existen muchos puntos de reducción y que incluso en varios casos primero se da con ellos y por su intermedio con los motochorros. Señaló que la obligación de los fiscales es “escarbar hasta llegar a esa circunstancia (el acto de la reducción), ya que el Código Penal sanciona a los reductores”.

Añadió, además, que la perrada debe tomar conciencia, ya que en muchos casos, vecinos y/o conocidos de los motoasaltantes adquieren aparatos a un costo mucho menor, lo que hace evidente su origen.

Motochorros no entraron a “Jardín”

Fanny Diana Mereles, directora del jardín de infantes “Mi Pequeño Mundo”, ubicado en la zona céntrica de Lambaré, por donde los asaltantes Leonardo Espínola y José Ruiz Díaz hicieron su “pasada” hacia Villa Elisa, comentó que si bien el hecho se registró frente a la institución, los asaltantes no llegaron a ingresar al sitio, ya que gracias a la rapidez de la acción de la profe, ella y el cobrador que era el blanco de los delincuentes se resguardaron tras el portón eléctrico, por lo que los asaltantes no tuvieron de otra que huir.

Aclaró que a la hora en que ocurrió el hecho, en el sitio donde se registró no había criaturas que quedaran expuestas a la situación, por lo que el suceso dejó en claro el buen sistema de seguridad con el que cuenta la institución.

En los circuitos cerrados de la zona se observa el momento preciso en que todo ocurrió el hecho, los asaltantes abandonaron la zona raudamente y prefirieron cambiar de ciudad en busca de nuevas desprevenidas víctimas.

Último golpe

Una joven caminaba tranquilamente por la zona del Mercado de Abasto, sin siquiera imaginar que un par de malevos desde atrás ya la apuntaron como blanco del siguiente golpe. Al alcanzarla, el acompañante desenfundó rápidamente su revólver y apuntó contra ella, exigiendo la entrega de su celular.

“Estábamos trabajando detrás de Casa Grütter, frente a la plaza San Juan. Se baja y le apunta a la chica y le sacan algo y justo en ese momento pasó por el lugar un camión repartidor de gaseosa y uno de los ocupantes golpeó a uno de los asaltantes. Yo estaba con un amigo en mi vehículo”, contó Marcelo Rodríguez, testigo del hecho.

“Ahí el tipo intenta explotar su arma, pero le falló, entonces se sube a la moto y se van. Con mi compañero nos subimos al vehículo y les seguimos, hasta que entraron de contramano para ir hacia detrás de Euforia” señaló, añadiendo que al pegar la vuelta para continuar la persecución ya se encontraron con la patrullera que a toda velocidad perseguía a los asaltantes. “Dentro de poco la gente ya va a reaccionar si las cosas siguen así”, dijo indignado.

10 VÍCTIMAS

El doctor Aníbal Filártiga, capo del Hospital de Traumas, comentó que alrededor de 10 personas ingresan por semana al mencionado nosocomio víctimas de los motochorros con heridos leves o de gravedad.

30 MILLONES

Orlando Pereira, titular de la Cámara de Operadores Móviles de Paraguay, comentó que al menos 30 millones de celulares ingresan al país al año, superando ampliamente la cantidad de habitantes respecto a los aparatos.

Ministro y tío de víctima culpó al Poder Judicial de la situación

Humberto Peralta, ministro de la Función Pública y tío de Carlos Javier, tiroteó contra el Poder Judicial como responsable de la existencia de motochorros, ya que en lugar de reducirse la cantidad de asaltantes, van en aumento, ya que en las últimas semanas al menos una víctima herida por estos desgraciados se registró al día.

“La Policía trabaja por detener a estos delincuentes, la pregunta es ¿quién los libera? Este es el Poder Judicial que permite impunidad y la situación de inseguridad” le bajó, asegurando que si bien también es funcionario público desde las distintas instituciones no se deben escatimar esfuerzos para hacer bien su trabajo.

Compañero y otras 25 víctimas reconocieron a los motochorros

Nuestro compañero Fernando Riveros, reportero gráfico del Grupo Nación de Comunicaciones, el pasado 8 de octubre había sido víctima de motochorros a pocos metros de nuestro edificio ubicado sobre la calle Zavala Cué de la Zona Sur de Fernando de la Mora. El mismo también reconoció a los delincuentes detenidos en Villa Elisa como autores del robo del que había sido víctima.

Alrededor de 25 personas víctimas de motoasaltantes llegaron hasta la sede de la Fiscalía villaelisense para proceder al reconocimiento de estos “valores” que fueron sacados de circulación por los agentes de la comisaría de Arroyo Seco, con el apoyo de 15 patrulleras de distintas comisarías del Área Central que participaron en la detención de los mismos.

Educación para evitar, sin drogas para “justificar”

El día de ayer el ministro de Educación, Enrique Riera, participó de la inauguración de tres aulas en la escuela de comunidad indígena Cerro Poty. En la oportunidad aprovechó para lanzar un mensaje, asegurando que “cada niño en la escuela es un motochorro menos”, dejando en claro que la clave es la educación.

Por su parte, el capo del Centro de Adicciones, Manuel Fresco, señaló las drogas no es un factor que se considere para atenuar el proceso penal, asegurando que las personas aunque se encuentren bajo los efectos de algún estupefaciente, son conscientes de sus actos.

Buscan base de datos para evitar la reducción de celus

El subcomisario Diosnel Alarcón, del Departamento contra Delitos Económicos de la Policía Nacional, comentó que desde su institución se encuentran laburando para la creación de una base de datos donde la Poli pueda tener un informe completo acerca de los aparatos robados o sustraídos a fin de evitar la venta de los mismos.