Las armas caseras son bastante comunes en las penitenciarías, donde cada tanto son requisadas varias “especies”, incluso, ¡hasta lanzas onda Shaka Zulu! Sin embargo, esta “modalidad” se va apoderando de las calles, donde los delincuentes –ya con algo de “experiencia”– se fabrican sus propias armas, ya que no se consiguen fácilmente.
El comisario Juan Mancuello, jefe de la Comisaría 5.ª del populoso barrio Ricardo Brugada, dijo que tras dos asaltos casi simultáneos perpetrados en su jurisdicción, decidió sorprender a los vecinos con un rastrillaje.
Durante el operativo lograron la aprehensión de once ñatos. Lo llamativo del caso fue justamente las armas encontradas en el poder de ellos. “Últimamente se hace difícil conseguir armas, entonces ellos mismos las elaboran, algunas son para asustar nomás, otras pueden ser mortales” le bajó.
De a pedazos
Entre las armas incautadas había una calibre 22, mitad de juguete, mitad real.
Ahora, dos mujeres
Los asaltos ¡no paran! Un nuevo caso se registró en pleno centro capitalino cerca de las 15:15 de ayer, donde delincuentes le aplicaron un tiro a una profe de 59 años y luego, de yapa, dieron otro golpe donde hirieron a una contadora de 24 años. La Policía logró la detención de Ignacio Javier Grance, supuesto implicado, mientras otro rajó.
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