“La tavy nda ñande jukái pero ñande guereko asy”, dice un conocido refrán que se aplica a todos los ámbitos de la vida, inclusive a la tevé. Gabriela León, periodista de Telefuturo, se puso en la fila junto a Ondina Cantero y demás profesionales de prensa que se indignan contra las modelos que ocupan lugares de periodistas en la tevé.
Pero siendo sinceros, ellas no son culpables de estar ahí. La tiene el televidente, sus gustos y el patrón que quiere complacer a su clientela.
Contamos con los dedos de una mano los programas periodísticos de debate y análisis de los problemas sociales donde, sí o sí, se requieren de periodistas y analistas capacitados. Ojo, tampoco está cualquier periodista, está aquel y aquella que tenga linda cara y un cuerpo acorde para la “alta definición”.
Las modelos están en los programas que abundan. En esa tele basura llamada “entretenimiento”. Entretenido pues es mirarle la cola y las lolas a las modelos, reírse de que no saben hablar. Pero si vamos al caso, no solo la tele sufre de este cáncer. En cualquier otro ámbito laboral siempre hay una “modelito” que no sabe nada, pero está ahí porque es “entretenimiento” de alguien.
Siempre digo, que si al mono le gusta la banana, dale banana. Pese a que les digamos a las modelos que se preparen por lo menos para estar en cualquier programa, raramente nos hacen caso. A veces nos gustaría pegarles con el diario (frase de Chilavert) para que sepan al menos de qué se van a hablar en sus programas y con el fin de sacarles de la mano ese catálogo de carteras que solamente leen.
Las modelos en la tele son un cáncer que solo el televidente puede extirparlo de sus gustos. Hasta ese entonces, sugiero que las periodistas busquen un cirujano plástico y pregunten cuánto cobran por un agrandamiento de pechos.
Comentarios