La temporada de vacaciones es para muchos un tiempo para descansar, pero también es para compartir en casa, hacer deporte y plantear como propósito de fin de año una alimentación más sana y organizar el tiempo libre.

Es ideal para que los padres organicen una rutina en compañía de sus hijos, como una manera de prevenir futuras enfermedades, como problemas cardiovasculares y diabetes.

“Las prácticas que se comparten en familia son más apropiadas e interiorizadas. Los padres deben invitar a los niños a hacer mercado, ayudarlos a incrementar el consumo de verduras y frutas frescas, así como la actividad física. Esto no es solamente el ejercicio, tiene que ver con caminar o montar en bicicleta como medio de transporte, bailar”, recomiendan los especialistas del IPS.

Cada semana un niño debe hacer por lo menos 300 minutos de actividad física. En el caso de los adultos 150 minutos de actividad moderada. Una vez alcanzado el mínimo de tiempo en deporte, lo recomendable es seguir haciendo lo que se pueda, pero controladamente y no en exceso.

Es importante que los niños desde muy temprana edad decidan qué deporte desean practicar de manera permanente. La estimulación y el movimiento constante del cuerpo ayuda a que el organismo trabaje mucho mejor.

No tener una rutina diaria y controlada puede convertirse en un problema mayor. La combinación con los buenos hábitos alimenticios y evitar los excesos forman parte del mejor equipo para mantenerse saludable.