“¡¿De donde está llamando?! Por favor mantenga la calma y descríbanos su alrededor”. El tono de la voz de la operadora se eleva, mientras un grupo de polis ya está atento a todo los datos que recaba y comienzan a proceder.

Desde otra máquina se buscan las imágenes de la zona. Todo esto pasa en un abrir y cerrar de ojos cuando alguna persona en aprietos marca tres dígitos: el 9-1-1. Ahí nomás se desata una cadena de acciones destinadas a resolver una situación de emergencia.

“En una guardia cada operador atiende al menos unas 700 llamadas por día”, comentó la suboficial ayudante Mery Duarte, una de las 17 agentes que se encarga de esa labor hace un poco más de un año.

La mujer poli cuenta cómo es el día a día el 911. “El trabajo es duro. Sabemos que la gente ve en nosotros una salvación. Y para eso estamos”, dijo. “Acá lo importante es manejar esa situación y ponerse en el lugar de los que llaman. Lo importante es guiarlos”, explicó.

“Nos duele cuando hablan mal de nosotros. Cuando dicen que hacemos mal el trabajo. Es doloroso porque nosotros damos todo y tratamos de ser lo más eficiente posible”, tiró.

Ha upei, he’i que “la gente tiene que entender que aquí cumplimos un protocolo en llamadas de emergencia. Primero, el saludo, posteriormente, se le pregunta desde dónde está llamando para tener ubicación de la víctima, después, qué tipo de incidente quiere reportar y, seguidamente se procede al despacho de la ubicación de la llamadora y el incidente y se comunica al patrullero”, dijo.

Con psicólogos y todo

Los agentes cuentan con tres psicólogos a disposición, ya que absorber los problemas de diferentes personas puede ser contraproducente. “El acompañamiento de la supervisora, de los superiores y de los psicólogos con que contamos todo se hace más fácil y se puede. A veces cuesta, porque hay gente que llama con mucha carga emocional. Se absorbe todo eso. Pero ese es nuestro trabajo. El escucharle, atenderles, ser consejeros”, dijo.

“Tenemos la tarea de sacar lo más rápido posible la mayoría de la información lo más rápido posible y luego pasamos los datos a los operadores y ellos se encargan de coordinar con la comisaría”, agregó.