En nuestra primera cita ya nos dimos un beso apasionado, después de eso ya nos veíamos con frecuencia, siempre me acompañaba de ida al colegio o se iba a buscarme a la salida.

Un tiempo estuvimos separados, después buscó la forma de verme otra vez. Un día me cansé de la sobreprotección de mis padres y de que no me permitieran estar con él, así que hice algo que hasta hoy en día no me arrepiento: salí de mi casa.

Ahora estoy viviendo con mi abuelo, él si permite que llegue, solo fingimos una despedida y después entra como yacaré a la casa y no voy a negar que nadie me hace sentir más mujer que él, pero no se decide, siento que no me quiere.

El hombre que amo tiene 23 años, estaba trabajando pero tuvo un accidente y después ya no pudo regresar porque entregó tarde su reposo médico, que por cierto gracias a eso estamos más tiempo juntos porque ya no tiene otra cosa que hacer.

Yo digo que no me quiere porque no lo siento, mi instinto de mujer me dice eso, aunque él me diga que me ama, que yo soy la única, todo para él. Pero de seguro tiene otras con quienes divertirse, hay veces que me acuesto y lloro porque pienso en eso. Yo estoy estudiando, me quiero recibir y ser alguien en la vida y el día que tenga a mis hijos poder enseñarles cosas. ¿Qué hago?

“La pasión fue creciendo y una vez prácticamente lo hicimos en la calle, pero no pasó nada más porque yo tengo unos padres muy estrictos, de esos que nunca te dejan salir a ninguna parte”

LINDA, DE ASUNCIÓN, 18 AÑOS

RESPUESTA: No cuestiono tus sentimientos. Al contrario, los comprendo, estás en una etapa en que el amor se experimenta con mayor intensidad, como si nada en este mundo fuera más importante que tu príncipe azul.

Pero en algún momento te darás cuenta que en realidad lo más importante es tener proyectos, cumplir los sueños y que el que elijas como pareja debe estar entre compartir esos ideales o empujar el carro para que lo logres.

Se necesita equilibrar el corazón con la razón. La persona que te quiere bien buscará hacerte feliz, dejará de lado egoísmos para disfrutar de las mieles, pero pensando un poco más en tu bienestar, acompañarte, no aprovecharse de que “el amor es ciego”.

Si tomaste la decisión de salir de tu casa, debes comprender que eso implica mayor responsabilidad, en todo sentido. Sin embargo, recuerda que siempre hay tiempo para recapacitar y rever posiciones, lo único que te pido es que te cuides y que nunca renuncies a cumplir tus sueños.

MENSAJES. Puedes enviar tu historia de amor o desamor por mensajes al (0983) 91 08 42 para ser publicada.