Durante las fiestas de fin de año y hasta comienzos de enero las mascotas sufren con las bombitas que se truenan, los pichichos se asustan, se pierden y hasta mueren como consecuencia de los estruendosos ruidos y los destellos luminosos que provocan los distintos artefactos de pirotecnia.
Esos ruidos tan fuertes les causan mucho daño y sufrimiento a los animales. No deben ser objeto de risas ni bromas pesadas.
Ellos sufren y tienen sensibilidad como cualquier otro ser vivo.
En general perros y gatos reaccionan de alguna forma al estímulo tan potente que les produce una explosión. Es muy raro que permanezcan indiferentes.
Habitualmente reaccionan con temor ante una tormenta y las luces de los rayos. Pero con la pirotecnia el daño puede ser mayor. Por eso es conveniente prepararlos y preparar la casa, para tratar de evitar que sufran lo menos posible durante los días de fiesta, que para los animales, sobre todo perros y gatos que son los que conviven con el ser humano.
Se pierden
Por el sufrimiento que padecen y por el riesgo que corren de lastimarse a sí mismo al tratar de escapar o esconderse y hasta extraviarse.
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