Un fulano que se hacía pasar por una péndex se metía al Facebook para el “levante” de niños y adolescentes, a los que primeramente les enviaba una solicitud de amistad para luego entablar una relación y finalmente concretar un “encuentro”, ya a través del WhatsApp.

Entre una de las tantas “lineadas” que tiró, enganchó a dos chicos que luego de unos cuantos intercambios de mensajes se dieron cuenta que algo no estaba bien. Fue ahí cuando decidieron hacer una llamada y pillaron que lejos de contestarle una minita de 15 años, como la que se veía en la foto, el que respondió era un ñorso que tenía pinta de cargar con unos cuantos años encima.

Al toque las dos criaturas dieron aviso a sus padres quienes a su vez denunciaron el caso a las autoridades policiales.

Una vez que se radicó la denuncia, “de golpe” desapareció el perfil del Facebook; en tanto que las llamadas al número del WhatsApp jamás fueron respondidas.