Hay errores que pueden llegar a cambiarnos la vida para siempre. Fue el caso de “José”, a quien llamamos con ese nombre ficticio a pedido suyo, ya que su comunicación con Crónica provino desde dentro de la Penitenciaría Regional de San Pedro, donde está condenado a 18 años de cárcel por homicidio y otros crímenes.
José tiene 34 años y nos cuenta cómo sobrelleva esa mala decisión. “Yo me inicié muy temprano en la delincuencia, desde los 11 años que me escapé de mi casa y anduve viviendo por las calles. No quería hacer lo que me decía mi mamá, no terminé la escuela y para no ir más me fui de mi casa”, relató vía mensajes telefónicos.
Se inició en las drogas para pasar el hambre, afirmó. “Primero fue cola de zapatero, y así fui escalando, hasta terminar en la cocaína, tuve malas compañías que me llevaban cada vez más al lado oscuro del cual es muy difícil de salir; desde robo de casas, tráfico y quitarle la vida a una persona, marcaron mi vida para siempre”, contó.
Hoy siente en carne propia los costos de su error. “Lo perdí todo, en una etapa de mi vida conocí a la madre de mi hijo, quien siempre me pidió para que dejara esta vida y yo nunca le hice caso; hoy en día ella está casada, formó su familia con otra persona. Mi hijo no sabe que yo existo. El consejo que puedo dar a los jóvenes es que no cometan los mismos errores que yo cometí, yo llevo varios años en la cárcel pagando por ellos”.
SU CONDENA POR HOMICIDIO
A “José” le faltan 10 años para salir de la cárcel y dice que la vida dentro de la cárcel es sumamente difícil. “Al pasar los años tu propia familia se termina olvidando de vos y a un exconvicto ni para trabajar de guardia no se le contrata”, afirma.
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