CURUGUATY. Adolorido, angustiado y desconsolado. Un hombre decidió rematar por su propia casa las penas que cargaba tras ser abandonado por su media naranja, quien -según comentaron los vecinos a los polis- cansada de los maltratos y el ka’urapo de su concubino decidió partir hacia nuevos rumbos de vida en compañía del retoñito que compartían con el hombre.

El hecho se registró cerca de las 8:00 horas de ayer en el barrio Ciudad Nueva de la ciudad de Curuguaty, departamento de Canindeyú, donde trago tras trago, Édgar Aguiar -sin encontrar remedio a su aflicción- no tuvo mejor idea que “disfrutar” entre llantos el momento en que su precaria vivienda de madera era consumida por las llamas del fuego que él mismo había provocado.

Tras varios minutos, el hombre decidió retirarse del sitio, hallándose con paradero desconocido hasta el momento. Bomberos voluntarios llegaron hasta el lugar, donde laburaron a full para intentar controlar el siniestro y evitar que no se propague en la zona, pero desafortunadamente la pequeña casita ya había sido completamente consumida por el fuego, porque era precariamente construida de madera.

Según los vecinos, el hombre quemó la vivienda para calmar su pena porque le había dejado su doña para mudarse otro lado.

¿POR OTRO?

Según comentaron las malas lenguas del barrio, la mujer había cambiado al hombre por otro príncipe azul, ya que don Édgar era alcohólico y se pasaba maltratando a su novia cada vez que le daba al trago.