ENCARNACIÓN. Luego que algunas de las personas que salieron lesionadas tras caer del tobogán gigante y testigos de lo que fue el “fuera abajo” aseguraron que hubo un empleado que en seco desenchufó el aparato haciendo que se desinflara y por ende cayera, el empresario encargado del armatoste de lona negó rotundamente esa versión y dijo que fue el clima,
Juan Manuel Arana, dueño de la empresa Del Sur Emprendimientos, dijo a la 1080 que “no voy a arriesgar la vida ajena ni de la gente que yo quiero como para hacer una locura tan grande. Eso sería inhumano. Yo pongo la mano en el fuego por ellos, se debe descartar la idea de que se desconectó”.
Durante esa noche, Arana indicó que el tiempo estaba demasiado feo, y que cuando los operarios “dijeron que lo mejor era parar el trabajo por los vientos. Pero de la nada salió una ráfaga de vientos extremadamente fuerte, dobló un soporte y lo volteó en cuestión de segundos”.
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