Son muy fáciles de cuidar y entretenidos cuando se les ve explorando la casa o corriendo en su propia jaula. Una gran ventaja es que el hámster es una mascota pequeña, por lo cual no tendrás mayores complicaciones a la hora de comprarle la alimentación, jaula o juguetes.
Por ejemplo, en el caso de los juguetes, basta con dejarles los rollos de cartón del papel higiénico o las toallas de cocina y los tendrás entretenidos por horas.
Otro de los puntos a favor de esta mascota es que al ser tan pequeño puedes tenerlo en múltiples escenarios sin problema, como su jaula, la casa, el parque, etc. Sin embargo, aquí es donde muchos dueños cometen el error más común: perderlos de vista.
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