Frente a la Urbanización El Peñón, camino a Piquete Cué, está ubicado el negocio de don Pablo Espel y su esposa Bernarda Acosta. Ellos se dedican a la venta de productos reciclados de cubiertas viejas. Con gran creatividad “convierten” las llantas en planteras, sillas y hasta recipientes para darle comida al chancho.
Pero hay algo que se destaca y que la gente ya le saca provecho por el calorazo. Venden una especie de bañera o piletita para bebés que es muy práctica y refrescante, según comentaron los propietarios.
“Es una buena opción, porque muchos le compran esa piletita a sus bebés que es más resistente incluso que esas de plástico que se venden por ahí”, contó don Pablo, quien hace poco tiempo empezó con el negocio y le va superbién.
“De todo se puede hacer con las cubiertas y ahora con el calor hay que aprovechar”, dijo por su parte, doña Bernarda. Comentó que muchas son las personas, más en el interior, que usan como bañera de sus hijos la cubierta o sino como palangana para lavar ropa también. “Muchos llevan para sus animales, para darle de comer al chancho”, agregaron.
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