Una orden religiosa yanqui maltrataba a la gente que iba en busca de paz, tanto adultos como niños recibían puñetazos en la cara y les llamaban satanistas, porque así ellos ndaje expulsaban a “don Sata”. Gente de todo el mundo fue durante años a una comunidad religiosa en Spindale en Carolina del Norte, EE. UU.

Después de una investigación de 18 meses, escribe el periodista Mitch Weiss en una nota exclusiva para la agencia AP, reveló que muchos fieles de la orden Word of Faith Fellowship la pasaron mal. “Golpeados, estrangulados y lanzados contra puertas y paredes en unos violentos rituales que supuestamente purificaban a los pecadores y expulsaban al diablo” ndaje. Varios exmiembros entrevistados dicen incluso que algunos fueron violados.

“Vi a mucha gente que fue maltratada a lo largo de los años. Niños a los que pegaban puñetazos en la cara y llamaban satanistas”, cuenta Katherine Fetachu, de 27 años, quien pasó casi 17 años en la iglesia.

Otro que habló, Rick Cooper, de 61 años, quien pasó más de 20 años en la orden y crió a 9 hijos en esta secta, relata que “para expulsar a los demonios no bastaba con gritarles: había que echarlos a fuerza de golpes”.

“VOLADURA”

Practicaban una técnica que consistía en gritarle cosas al “poseído”, a veces durante horas, con la creencia de que eso espantaría a los espíritus malignos.