• VALE. Gracias a la práctica, logró preparar buenas tortas, las que vende a 10 mil guaraníes y las reparte en su propia moto

Maggi Candia tiene 21 años y dos hijas. Desde el año pasado decidió meterse en el mundo empresarial para poder cubrir ciertos gastos. Es estudiante del segundo año de Ciencias Empresariales, pero encontró que vendiendo tortas es una buena opción para salir adelante.

“Quería tener mi propia plata y no podía trabajar porque tenía una hija de dos años y estaba embarazada, pero me surgió la idea de hacer lo que me gusta” comentó Maggi, quien abrió “Mini torta” en su propia casa, donde prepara manjares para cumpleaños y bautismos, además de entregar los pedidos en su propia moto.

– ¿Cómo aprendiste a hacer tortas?

– Cuando tenía 14 años fui a vivir con mi hermano y su esposa, ellos tenían una confitería. Ahí aprendí mirando algunas cosas pero siempre fue mucha práctica, con internet, y aparte mi hermana que estudia repostería me enseñó varias cosas.

– ¿Desde cuándo te dedicás a esto?

– En setiembre del año pasado empecé haciendo solamente facturas. Luego cuando aprendí a decorar comencé a ofrecer mi trabajo en los grupos de clasificados y allí fui ganando clientes.

– ¿Tenés muchos pedidos?

– Sí, pero no puedo cubrir todo. No es que sea demasiado, sino que todavía no pude comprar una exhibidora para hacer más. El entregar me lleva mucho tiempo porque hago delivery, esa es la manera de vender más.

El sueño de la confitería propia

Maggi vive con su tía, quien le crió desde los 22 días de haber nacido. “Mi mamá se fue a España, la conocí cuando tenía 6 años porque viajé junto a ella. Pero no me llevo bien con ella”, contó la joven, quien tiene a su lado al padre de sus dos hijas y quien la apoya en todo.

Con lo que gana con la venta de tortas, Maggi cubre ciertos gastos de la casa y de sus pequeñas. “También de a poco compro maquinarias como batidora, planetaria, moldes, y demás. Mi próxima compra sería un visicooler porque mi sueño es tener mi propia confitería” comentó la joven, quien se prometió a sí misma llegar a ese objetivo a pesar de que mucha gente no crea en ella.