Marcos Riveros fue junto a Rodrigo Rojas la figura del clásico, brilló con luces propias y su trabajo fue determinante para la victoria final del Ciclón.
El exjugador de Nacional dijo que la clave del alto rendimiento que tuvo fue haber llegado descansado y sin lesiones.
“Llegué bien descansado y gracias a Dios las cosas me salieron de la mejor manera, fue uno de los partidos donde más pelotas recuperé y distribuí. Al final fue un partido prácticamente tranquilo, fue uno de los partidos donde menos sufrimos”, acotó.
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