• NINGUNA REACCIÓN. Igualdad a un gol que pudo terminar en catástrofe para Olimpia; mientras festeja a medias el “Rubio” que hasta falló el arco libre

Sin rumbo. Lo que se vio ayer ante Rubio Ñu fue igual o peor capaz a lo ocurrido en el clásico. A pesar de eso, Olimpia golpeó primero en el marcador gracias a Pablo Mouche, quien pescó un rebote para instalar algo de tranquilidad en Para Uno en la primera mitad.

Rubio Ñu tuvo una clarita para empatar en el pie izquierdo de Ariel Estigarribia, quien estaba ante el arco libre tras un error de Diego Barreto, pero que increíblemente la mandó por un costado ante el estupor y después alivio de los locales.

El Franjeado estaba en ventaja y con el rival jugado y los aficionados se preparaban para gritar más goles en la complementaria. Pero la historia tuvo otro final. Con el orgullo tocado, la visita se animó más y hasta consiguió superioridad. Para Uno ya era una caldera y parecía que ya se presagiaba un final incierto.

Cuando promediaba la segunda mitad, se hizo justicia: guapeada en conjunto de Jorge Achucarro y Juan Franco, para que el capitán Gustavo Viera aparezca con un remate fuerte desviado en Ortiz, que finalmente engañó a Barreto para el tanto ñuense. A partir de ahí fue más desesperación que otra cosa. El Decano tuvo chances claras para quedarse con los puntos a puros centrazos, pero una vez más la puntería no estuvo fina.

HERNÁN PELLERANO

Firme para la marca y por momentos se encargó de llevar el equipo para adelante.