Fue una diversión brasileña. Como para ratificar su condición de mejor equipo de estas Eliminatorias, logró algo de los que muy pocos pueden presumir: golear a Uruguay en el mismísimo Centenario.
La alegría charrúa duró poquito, con el gol de penal de Cavani, porque después se vino la exhibición del equipo de Tite con un inspirado Paulinho, que empató con un bombazo desde fuera del área, metió el segundo de rebote y cerró la cuenta, luego de la obra de arte de Neymar para el tercer gol.
Uruguay ni siquiera tuvo la intensidad de la marca, su característica habitual. Brasil ya está en Rusia y ahora espera a la Albirroja.
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