• HACE 6 AÑOS. Cuando nos conocimos él estaba separado, pero iba a ver a su ex por su hijo y volvieron a tener otro

Qué puedo hacer, qué hago. Lo he intentado y no puedo más, tengo una relación de 6 años, los primeros 2 años fui como la novia y después la amante, ya que él regresó con la mamá de sus hijos. Ahora, él y yo acabamos de tener un bebé, él no le quiere, pero sí quiere estar conmigo, esto me frustra porque me encanta estar con él.

Nos conocimos hace 6 años, cuando lo conocí él tenía un niño con la otra mujer, ellos ya tenían 1 año separados, él me buscaba y así fueron pasando 2 años. La relación era así, él dormía conmigo los fines de semana, iba por su hijo entre semana, pero después de 2 años resultó embarazada ella otra vez.

La misma mujer se puso en contacto conmigo para decírmelo, él habló conmigo, me dijo que fue una noche que él llegó borracho a ver a su hijo y después se acostaron.

Me costó tiempo, pero lo perdoné, desde entonces acepté ser la otra, yo quedé embarazada y a mitad de embarazo, él se alejó de mí. Pasé muchas cosas, después de tener a mi bebé, mi salud empeoró, ahora ya estoy mejor y me volvió a buscar. Intenté con otra persona, pero duró poco y me separé, hasta que él me buscó y nos acostamos nuevamente, pero no acepta a su hijo.

Jamás me gritó, jamás me habló con groserías ni nada, y es por eso que siento que lo quiero más, porque jamás me ha tratado así, pero cuando le dije que estaba embarazada, me dijo que no quería a mi bebé, pero él me busca ahora.

LORENA, DE AREGUÁ, 32 AÑOS

RESPUESTA: Hay personas a quienes les cuesta asumir una vida, una relación que a veces implica riesgos, quieren todo fácil y lo más cómodo posible, puede que sea tu caso y no se anime a cortar con ninguna porque se siente bien con ambas. No tiene porqué ser tan sacrificada una relación, pero el corazón se complica muchas veces.

Tendrás que ser más firme y pensar lo que quieres para tu vida, tomar una decisión, porque las postergaciones solo alimentan tristezas cuando uno espera más de lo que la otra te puede dar.

El que no te grite no significa que no te maltrate, su indiferencia hacia el pequeño también es una forma de agredir, y uno hasta pensaría que solo busca sentirse bien emocional o sexualmente quedándose en una posición cómoda de lavarse las manos.

No es mi intención juzgar a nadie porque siempre es bueno escuchar las dos campanas antes de emitir una opinión, pero creo que es momento de hablarlo con él y poner las cartas sobre la mesa: pensar, sentir, decidir, actuar.