• PASAJEROS DE UNA ÉPOCA. Varias familias pudieron palpitar de cerca lo que fue el sentir de una época de gloria, cargada de recuerdos que reviven en un andar imaginario

A un poco más de 90 kilómetros de Asunción, se encuentra la bella y tranquila ciudad de Sapucai, que a los gritos invita a visitar el museo vivo donde se pueden apreciar las reliquias del primer ferrocarril de Sudamérica.

En lo que alguna vez fue el más grande taller locomotor de los ferrocarriles nacionales, ayer se encendieron las calderas, y a la vez, revivieron aquellos tiempos de gloria nacional cuando sobre rieles paraguayos “desfilaba” un verdadero emblema de todos los paraguayos.

“Yo era mecánico locomotor y maquinista. Los trenes que no funcionaban yo arreglaba y los dejaba 0 km, como hicieron todos aquellos que estuvieron antes que yo”, omombe’u Lidio Martínez, quien trabaja hace casi cuatro décadas en la estación.

Don Lidio ovy’a porque puede volver a trabajar en lo que fue su eterno amor y ser testigo a diario de la belleza que sobre las vías aún exponen aquellas locomotoras que siguen luciendo imponentes.

En medio del murmullo suenan las campanas de las máquinas, a las que la gente accede como parte del entretenimiento. La imaginación vuela y el sentimiento de retroceder en el tiempo es inevitable. El lugar regala una sensación única e indescriptible a cada paso.

El poder subir a las locomotoras, las farolas luciendo radiantes, los asientos en lo que alguna vez viajaron los sueños y las esperanzas de miles de compatriotas compartiendo vagón con algunos tragos amargos, los telégrafos con los que “whatsapeaban” a principios del siglo pasado, los muebles, los boletos, los carteles…

Ayer, las calderas se encendieron, y ese universo de recuerdos invitaron a viajar en el tiempo y sentir en carne propia cómo uno de los orgullos más grandes que destacó a Paraguay por sobre todos sigue vivo, a toda máquina.

UBICACIÓN

El museo, que funciona en el taller de tren, está en el centro de la ciudad de Sapucai, sobre la ruta que une Paraguarí con Villarrica.

FUNDACIÓN

El taller de trenes de Sapucai tuvo sus inicios en el año 1894. En el lugar se reparaban todos los trenes del país.

DÍAS DE ATENCIÓN

El museo vivo de Sapucai abre de lunes a lunes de 8 a 16 horas. Tiene un costo de entrada de 10 mil guaraníes para adultos y 5 mil para niños.

FUENTE DE TRABAJO

“Actualmente los recontratados son tres, los que hacen funcionar la caldera y aparte de eso, si se requiere de trabajos específicos en algún área se les llama a los funcionarios que aún viven por la zona” omombe’u David Martínez. El museo, que es la fuente de trabajo para gente de esta ciudad, es un éxito total por la cantidad de visitantes que recibe diariamente y especialmente en fechas festivas. Es admirado por muchos compatriotas, y también por muchos extranjeros, principalmente por europeos.

ESPECTÁCULO

Mucha gente fue a disfrutar en familia del lugar, aprovechando los días santos.

David Martínez, uno de los guías turísticos, explicó cada detalle del museo vivo que contiene parte del material rodante, herramientas, y un montón de reliquias históricas.

En la zona viven muchos ingleses, que son los descendientes de los que vinieron a montar el taller y la estación, quienes a su vez enseñaron a los paraguayos los diferentes oficios que fueron necesarios para mantener una estación ferroviaria.