• AMOR Y SACRIFICIO. Raimundo Acosta y doña Cecilia Marín nacieron y crecieron en el Mercado 4 y formaron una linda familia

Él recorría vendiendo medias. Ella comercializaba naranjas y otras frutas. Y en un momento dado, sus miradas se cruzaron hace 25 años. Sabían que eran la “media naranja” del otro. Un par de años después ya tenían su familia formada, y como toda pareja joven, sueños y proyectos por cumplir.

Se trata de don Raimundo Acosta (46) y doña Cecilia Marín (41), ambos mercaderos de cuna. Empezaron desde abajo y hoy tienen su negocio de venta de ropas con clientela ya formada. Al igual que ellos, sus hijos crecieron en el Mercado 4 y se repite la historia con su nieto de seis meses, quien se queda al cuidado de sus abuelos, mientras la mamá trabaja.

“Nosotros crecimos acá, nuestros padres trabajaron acá. Mi papá era carretillero y mi mamá vendedora. Así también los padres de ella, su papá es agricultor y su mamá vendía acá su producción. Cuando la vi ya me deslumbró. La conquisté en los pasillos del mercado y nos casamos”, relató don Raimundo.

Las huellas de una vida llena de sacrificio quedaron plasmadas en sus corazones, tanto que están muy enamorados y aman el lugar que les dio la oportunidad de salir adelante con su familia.

“Para nosotros nuestra vida es este mercado, porque todo nuestro sacrificio está acá”, dijo a su vez doña Cecilia. Comentó que tienen tres hijos, que ya trabajan también. “Nuestro anhelo es dejarle este negocio a ellos y que así vaya pasando de generación a generación”, siguió don Raimundo, con un brillo en los ojos.

25 AÑOS

Hace que se conocieron. Hace más de 40 años que “viven” en el Mercado 4, que es su segunda casa.

ENCANTADO

Don Raimundo quedó encantado la primera vez que vio a quien hoy es su esposa, Cecilia.

ÑEMBOHEPY

La relación se fue dando poco a poco, ya que Ceci era un poco ñembohepy, pero el karai batalló.

NO ES FÁCIL

No es fácil sacar adelante una familia, según dijo don Raimundo, pero el que quiere realmente puede he’i.