Con un marcado gesto de amabilidad atiende a un cliente que se acerca curioso para comprar uno de sus alfajores. Su sonrisa revela una hilera de dientes que brillan de pulcritud y su timbre de voz delata sus 13 añitos.  Él es Guille, un vendedor ambulante que recorre en los micros y en la zona del Mercado 4 ofreciendo sus productos.

Detrás del él hay un mundo, una historia de emociones y sacrificios. Su padre abandonó la familia y Guille vio llorar a su madre porque ella sabía que con lo poco que ganaba no le iba a alcanzar para mantener a sus tres hijos. Fue ahí que el mitã’i valécho no dudó más. “Dividió” sus actividades en dos partes.

Por la mañana va a la escuela que queda cerca de su casa, ubicada en Ypané, y por la siesta y tarde le corresponde el papel de salir a la calle para ganar un poco de plata y ayudar así a su madre que día y noche se pasa trabajando por ellos. “Por mi mamá y mis hermanitos hago lo que sea, menos robar”, fueron sus palabras.

“Veo el sacrificio que hace mi mamá por nosotros, lo menos que puedo hacer es ayudarla. Si no lo hago me dolería mucho”, agregó. Guille se surte de un local denominado “La casa de los dulces” y en su recorrido solo tiene en su cabeza una sola cosa: su familia. “Si ellos están bien, yo también”, agregó.

“Yo sé de las macanadas que uno puede encontrar en la calle, pero eso no es lo mío. Lo mío simplemente es dar todo por mi familia”, tiró. A la consulta de si tiene algún sueño dijo “estudio mucho para ser alguien en la vida. Quiero ser un profesional, me gustaría ser veterinario, por eso me preparo en la escuela. Para eso también me sacrifico, para pagar mis estudios”,dijo.

“No te vayas a preocupar mamá, voy a salir a trabajar”

Doña Rosa Estela Fariña (38) es la mamá de Guille. La mujer tiene dos hijos más -una de 2 meses  y otra de 15 años-. Comentó que su marido abandonó la casa de un día para otro y que eso le dejó descolocada completamente. “Los dos salíamos a trabajar vendiendo cosas, pero él se fue y nos dejó”, dijo.

Fue en ese momento que su hijo Guille asumió el papel de su padre. “Me dijo ‘no te vayas a preocupar mamá, yo voy a salir a trabajar contigo para ayudarte’, sinceramente me emociona esto”, dijo mientras una lágrima caía por su mejilla. “Él estudia y es muy disciplinado. No descuida para nada sus estudios, quiere ser todo un profesional”, agregó.

Ganó regalo y lo va a sortear para retirar la garrafa que empeñaron

Ña Tomasa Acuña es la propietaria del local “Casa de los dulces”. La misma realizó un sorteo por Semana Santa entre todas las personas que trabajan con ella.

El premio consistía en un enorme huevo de Pascua de 4 kilos y medio. Y el ganador del premio fue Guille. El mitã’i lejos de ir a saborear el chocolate, dijo que hará una rifa para así recolectar más plata y ayudar a su familia. “Con esa plata voy a retirar la garrafa que mi mamá empeñó”, dijo el mitã’i.

Por su parte doña Tomasa comentó que “es un niño demasiado guapo y educado. Se nota la mano de su mamá en él por la educación que tiene”, agregó. “Él me dijo que va a sortear lo que ganó (huevo de Pascua) para pagar la luz, el agua de su casa y retirar la garrafa que su mamá empeñó, y eso realmente es emocionante”, finalizó.

Ayuda

Si querés ayudar a Guille con la compra de su rifa podés llamar al 0992-413824 o al 0992-333431.