De joven cruzó la frontera en busca de progreso, pero luego de 50 años de trabajar en una importante fábrica de calzados en curepilandia, César Rojas, de 73 años, decidió retornar al país y actualmente es cuidacoches.

“Trabajé muchos años allá, ahí tuve dos hijos con mi señora que es también paraguaya, pero ella ya falleció. Me jubilé y vine otra vez a mi querido país”, contó “Chiquito” Rojas, como lo llaman sus conocidos.

El karai tiene un aire jovial, no se nota en él su edad. Don César contó que durante todo el tiempo que trabajó en el vecino país extrañaba todo del Paraguay y siempre tuvo el deseo de volver a sus raíces, al lugar que le vio crecer pero que ante la necesidad tuvo que dejar y mudarse a otro sitio.

“Amo mi Paraguay, por mis venas corre sangre guaraní. Siempre quise volver y hace seis años retorné y volví porque quisiera morir en mi querido Paraguay”, he’i el cuidacoches, extendiendo el brazo y mostrando sus venas, por donde corre sangre paraguaya.

Don César asegura que se gana bien siendo un cuidacoches honesto, que ya tiene su clientela formada y que agradece a cada uno por la confianza que depositan en él. “Desde las 5:30 ya estoy de pie acá hasta las 17:00 más o menos y después ya me voy a mi casa otra vez”, relató el karai, quien actualmente vive en Fernando de la Mora.

“Vivimos bien en nuestro país, hay que amarle a pesar de todo”

“Chiquito” Rojas resaltó que durante el tiempo que estuvo fuera del país empezó a valorar más aun todo lo que uno tiene trabajando de buena manera.

“Acá tenemos todo, es cuestión de querer trabajar nomás. Vivimos bien en nuestro país, hay que amarle a pesar de todo. Hasta hoy día desde que yo me fui a vivir en Argentina no hay un buen presidente, todos ven su beneficio sin importar el resto del pueblo”, he’i el karai, que lamentó la falta de atención por parte de nuestros gobernantes.

Aseguró que espera tener un país mejor, el Paraguay soñado por muchas personas que no pierden las esperanzas de que sus hijos y nietos también amen a su querida nación.